El impacto de la conducción en las personas
Influencia de la conducción en las personas
La actividad vial puede influir, de forma real, en las actitudes o comportamientos personales, que quizás no se manifiestan en otros ámbitos, o que se realizan por primera vez. Algunos valores de conducta, incluso éticos, pueden surgir gracias a la actividad vial, y en muchos casos son la base de la imaginación que existe en el mundo del automóvil. Existen ciertos valores, o circunstancias peculiares, que están relacionados con la personalidad, y que son un poderoso motivador de los conductores.
La autonomía
Un primer aspecto donde se percibe la influencia de la conducción en las personas se refiere a la autonomía, que se pretende lograr, o al menos, que se hace accesible, gracias a la posesión y uso de automóviles. La sensación que tienen muchos conductores de que gracias a sus vehículos pueden desplazarse con cierta libertad, es un gran aliciente referido a la conducción. Destacamos que no es tanto la realización de desplazamientos, sino la mera posibilidad de que ello sea posible, el mayor motivador sobre la conducción.
Uno de los términos más usados sobre la conducción, es la libertad que ofrece. Es cierto que la posesión de vehículos aumenta en cantidad y calidad los desplazamientos, pues se llega a más lugares, en momentos y ritmos propios. Eso mientras las circunstancias viales lo permitan. Pero lo más importante es esa sensación de no dependencia, o si lo prefieren de independencia, que en muchos casos no suele poderse llevar a cabo, pero que en una existencia tan sujeta a circunstancias personales, sociales o laborales, donde la sensación de predeterminación es muy grande, el creer que la conducción aporta un plus de independencia a nuestra existencia es algo muy valorado por bastantes conductores.
La responsabilidad
La responsabilidad es otro rasgo que demuestra la influencia de la conducción en las personas. Una mala práctica al volante puede causar daños graves a uno mismo o a otros, algo que no muchas personas están acostumbradas a enfrentar en sus acciones cotidianas. Por eso, se considera que la conducción es una actividad que requiere un alto nivel de responsabilidad personal y social. Así, conducir sin causar daños puede reforzar la autoimagen de una persona responsable.
Es importante destacar, que para muchos individuos, – sobre todo los jóvenes-, la conducción es el único ámbito donde asumen responsabilidad en su vida diaria. Por lo tanto, conducir bien puede aumentar su autoestima, al demostrar que son capaces de realizar una tarea importante.
Un espacio aparte
Algunos usuarios ven la conducción como una situación con unas características especiales. Sobre todo porque la consideran como un ámbito diferente a otros entornos, como el hogar o el trabajo. Para muchos conductores el interior de su automóvil es un lugar donde se puede vivir y actuar de forma algo distinta a como se hace en otras situaciones. Es una experiencia que se puede percibir como aislada, fuera de la realidad. Un lugar donde no se siente la presión de los demás, y se pueden mostrar actitudes y acciones que en otros ámbitos no se realizan, por temor o vergüenza. Para muchos conductores, lo relacionado con su vehículo se trata como un lugar sagrado, propio, donde uno puede escapar de las obligaciones sociales y personales, y durante un tiempo determinado, sentir que puede desplegar aspectos de sí mismo, que normalmente no se llevan a cabo.
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