La importancia de las condiciones psicofísicas del conductor
El comportamiento del conductor es una respuesta individual que está influenciada por una interacción compleja de factores internos y externos. Los componentes internos del comportamiento se refieren a los aspectos individuales del conductor que influyen en su respuesta, como la percepción, atención, emoción, experiencia, motivaciones, actitudes, habilidades sensorio-motrices y capacidades cognitivas. Además, las condiciones psicofísicas son importantes para conocer e interpretar las necesidades viales y programar una respuesta adecuada.
Es importante destacar que las condiciones psicofísicas en la conducción de vehículos son necesarias, pero no suficientes, para una conducción segura. Además, otros factores como los motivos, sentimientos y actitudes del conductor también influyen en su comportamiento vial. Además, la capacidad de aprendizaje del sujeto también puede afectar su comportamiento en la carretera. Es necesario tener en cuenta que las condiciones psicofísicas son solo un factor relativo y que el comportamiento vial también puede variar con el tiempo.
El componente externo del comportamiento se refiere a las condiciones del entorno en el que el conductor se encuentra, incluyendo el vehículo, infraestructura y entorno físico en general. También influyen los factores socioculturales, ya que ciertos entornos son más propensos a comportamientos seguros o inseguros.
La interrelación entre los componentes internos y externos puede explicarse por una variedad de sistemas y teorías del comportamiento. Se puede profundizar en estos temas en textos referenciados en la bibliografía de este tema. En general, comprender los factores que influyen en el comportamiento del conductor es fundamental para mejorar la seguridad vial.
La movilidad como factor de riesgo
Como se ha mencionado, los estados temporales y crónicos de deterioro psicofísico pueden representar un peligro para la conducción. Sin embargo, la asociación entre el sufrimiento de trastornos crónicos y el riesgo de accidentes de tráfico es compleja y no siempre se comprende por completo. Los estudios actuales muestran las dificultades en el diseño e interpretación de los datos, principalmente debido a las múltiples circunstancias que pueden intervenir en cada enfermedad o trastorno.
Obtener información relevante y válida respecto al riesgo de accidente derivado del padecimiento de enfermedades presenta una serie de dificultades que podríamos resumir en:
1- Limitaciones derivadas de las fuentes de datos existentes.
No se han encontrado registros primarios sobre antecedentes médicos o trastornos incapacitantes en conductores españoles, ya sea de aquellos que han tenido accidentes o que han cometido infracciones. Además, no se pueden obtener estos datos de fuentes preexistentes o fuentes de datos sanitarias. Actualmente, se están iniciando algunos proyectos para recopilar esta información, pero aún no existe un sistema de información que compile los datos de los centros de reconocimiento de conductores, donde se evalúan los aspirantes a la obtención o prórroga de permisos o licencias de conducir.
Debido a esto, no es posible establecer sistemas de vigilancia epidemiológica sobre las circunstancias de salud de los conductores. En los países de Europa, las fuentes de datos a menudo no permiten conclusiones sobre la prevalencia de trastornos médicos en los conductores. En los Estados Unidos, la información sobre accidentes mortales (FARS) indica que aproximadamente el 50% de los accidentes de tráfico con conductores mayores están relacionados con problemas de visión.
2- Tratarse de eventos que no son muy frecuentes.
No es frecuente el hecho de accidentes viales de conductores con enfermedades. A pesar de tener en cuenta las situaciones médicas que dan lugar a trastornos súbitos que provoquen accidentes, muchos grupos de población sanos presentan riesgos notablemente superiores. Ya en 1966 la Organización Mundial de la Salud publicó un informe en el que estimaba que 1 de cada 1.000 accidentes de tráfico registrados se debían a enfermedad súbita.
3- Dificultades metodológicas intrínsecas.
Investigar el impacto real de los trastornos médicos en los accidentes de tráfico presenta varios desafíos que dificultan la obtención de conclusiones contundentes. En primer lugar, muchos estudios que analizan registros de conductores heridos o fallecidos en accidentes no incluyen poblaciones de referencia, lo que impide una evaluación epidemiológica precisa del riesgo. En segundo lugar, no se consideran casos en los que el conductor enfermo provoca un accidente que afecta a terceros.
Tampoco se tienen en cuenta situaciones en las que el trastorno médico es un factor concurrente, pero no determinante, del accidente. Los estudios que siguen a una cohorte de conductores a menudo presentan sesgos de selección, como el “sesgo del trabajador sano”, que implica el uso de grupos previamente seleccionados en función de su salud, como conductores profesionales sometidos a controles médicos regulares. Además, muchos trabajos no consideran los factores de exposición, como la intensidad de conducción, que puede medirse por los kilómetros recorridos o el tiempo al volante, ni otros factores que contribuyen a los accidentes.
Dificultades en la generalización de los resultados obtenidos.
El riesgo de accidente en la conducción puede ser modificado por diversos factores que deben ser considerados en estudios epidemiológicos. La evolución y control de la enfermedad, el uso de medicamentos, la edad y el género son algunos de los factores que pueden afectar el riesgo de accidente en una misma enfermedad o diagnóstico. Sin embargo, para tener en cuenta todos estos factores en un estudio, sería necesario contar con muestras muy grandes que dificultarían su viabilidad.
Por lo tanto, no se deben utilizar criterios universales para hablar de enfermedades y deficiencias que afectan a la conducción. Se debe individualizar la situación en la medida de lo posible. Siguiendo el principio médico señalado por Gregorio Marañón, también en seguridad vial, se trata de que “no hay enfermedades, sino enfermos”.
Condiciones psicofísicas en la conducción de vehículos
Estado psicofísico del conductor Psicología vial
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