Los problemas perceptivos con las señales de tráfico

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La conducción de vehículos es una actividad compleja que requiere de una serie de habilidades cognitivas, motrices y perceptivas. Entre estas últimas, la percepción visual es fundamental, ya que nos permite captar la información del entorno, anticipar posibles riesgos y tomar decisiones adecuadas. Sin embargo, existen diversos factores que pueden afectar a nuestra capacidad perceptiva al volante, como la iluminación, el clima, el estado de la vía, el cansancio o el consumo de alcohol o drogas.
Problemas perceptivos relacionados con la señalización
El problema de la percepción en la conducción está directamente relacionado con el tema de la señalización. La importancia de la señalización para la seguridad y su desarrollo constituye un tema muy importante.
Las señales deben cumplir, entre otras, cuatro reglas fundamentales para ser operativas: que sean visibles, legibles, comprensibles y creíbles. De todos es sabido que el tamaño, la forma, la colocación, la refractancia y el tipo de letra inciden claramente en la calidad perceptiva de la señal y, en consecuencia, en la adecuada y rápida interpretación de la información que haga el conductor de la señalización.
Muchos de los accidentes de tráfico se asocian, de una u otra forma, con errores en la presentación de las señales, o con la falta o mala lectura de las mismas. Es muy importante saber que el procesamiento de la información de las señales implica básicamente dos fases: la percepción de la señal y la comprensión de su significado.
La percepción depende en gran parte de las características físicas de la señal, mientras que la comprensión se relaciona sobre todo con los conocimientos almacenados en la memoria del conductor. Teniendo en cuenta este hecho, los principales errores humanos del conductor (implicados muy directamente en algunos siniestros viales) relacionados con la percepción y reconocimiento de las señales, pueden clasificarse en tres tipos generales de fallos:
- Error de detección. Este error se produce cuando las señales no se perciben (o no se perciben a tiempo)o cuando se percibe una señal inexistente.
- Error de percepción. La señal no se percibe correctamente o se confunde con la indicación de otra señal.
- El error de reconocimiento. Es un error que se da en relación con el significado de una señal, y es algo similar a la mala comprensión de una palabra. Una señal puede ser percibida correctamente, pero su significado puede confundirse con el de alguna otra señal, o bien ser olvidado por completo.
Otros problemas perceptivos
Analizamos lgunos de los problemas perceptivos más comunes que pueden dificultar la conducción de vehículos y cómo prevenirlos o minimizarlos.
– Ilusiones ópticas:
Son errores de interpretación que se producen cuando el cerebro no procesa correctamente la información visual que recibe. Algunos ejemplos son la ilusión de tamaño, que hace que percibamos los objetos más grandes o más pequeños de lo que son en realidad; la ilusión de movimiento, que hace que veamos moverse algo que está estático o viceversa; o la ilusión de profundidad, que hace que estimemos mal las distancias o las alturas. Estas ilusiones pueden provocar accidentes si nos hacen frenar o acelerar de forma innecesaria, invadir el carril contrario o no respetar las señales de tráfico.
Para evitar las ilusiones ópticas, es importante mantener una buena visión, revisando periódicamente nuestra agudeza visual y corrigiendo los posibles defectos con gafas o lentes de contacto. También es conveniente adaptar la velocidad a las condiciones de la vía y del tráfico, mantener una distancia de seguridad adecuada con el vehículo precedente y prestar atención a las referencias externas, como los postes, las líneas o los semáforos.
– Deslumbramiento:
Es la pérdida de visibilidad que se produce cuando una fuente de luz intensa entra en contacto con nuestros ojos. El deslumbramiento puede ser directo, cuando la luz nos llega directamente desde el sol, los faros de otro vehículo o un reflejo; o indirecto, cuando la luz se refleja en una superficie brillante, como el asfalto mojado, la nieve o el hielo. El deslumbramiento puede causar ceguera temporal, reducir el contraste y los colores y dificultar la percepción de los detalles.
Para prevenir el deslumbramiento, es recomendable usar gafas de sol homologadas con filtro UV y polarizadas, que reducen los reflejos y aumentan el contraste. También es aconsejable regular la altura y la inclinación del asiento y del volante, para evitar que la luz incida directamente sobre nuestros ojos. Asimismo, debemos limpiar con frecuencia el parabrisas, los retrovisores y los faros, para eliminar las manchas o las impurezas que puedan generar reflejos. Por último, debemos moderar la velocidad y aumentar la distancia de seguridad cuando circulemos por zonas con riesgo de deslumbramiento.
– Visión nocturna:
Es la capacidad de ver en condiciones de baja iluminación. La visión nocturna depende en gran medida de los bastones, unas células fotorreceptoras que se encuentran en la retina y que son sensibles a la luz tenue. Sin embargo, los bastones tardan unos 20 minutos en adaptarse a la oscuridad y se saturan fácilmente con la luz intensa. Por eso, conducir de noche supone un reto para nuestra visión, ya que tenemos que alternar entre zonas iluminadas y oscuras. La visión nocturna se deteriora con la edad y con algunas enfermedades oculares.
Para mejorar la visión nocturna, es fundamental evitar el consumo de alcohol o drogas, ya que alteran nuestra capacidad de adaptación a la oscuridad. También debemos evitar mirar directamente a las fuentes de luz artificial, como los faros de los otros vehículos o las luces publicitarias. Además, debemos usar correctamente las luces del vehículo, encendiendo las luces cortas cuando haya poca visibilidad y las largas cuando no haya nadie delante ni detrás. Igualmente, debemos reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad cuando conduzcamos de noche.
Estos son solo algunos de los problemas perceptivos que pueden afectar a la conducción de vehículos, pero hay muchos más. Lo importante es ser conscientes de nuestras limitaciones y tomar las medidas necesarias para garantizar nuestra seguridad y la de los demás. Recuerda que una buena percepción visual es clave para una buena conducción.
Vídeo extraído del programa Seguridad Vital
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