Imágenes sobre clases de vías convencionales

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Imágenes sobre clases de las vías


Imágenes sobre clases de las vías. Galerías gratuitas de educación y seguridad vial para utilizar en las clases teóricas del carné


Las carreteras convencionales en España: características, historia y normativa

 

Las carreteras convencionales son aquellas que no reúnen las características propias de las autopistas, ni de las autovías, ni de las carreteras multicarril. Son vías no urbanas, de doble sentido de circulación en la misma calzada. Conectan localidades y territorios que no tienen acceso a otras vías de mayor capacidad. En este artículo vamos a explicar cuáles son las principales características, la historia y la normativa de las carreteras convencionales en España.

 

Características de las carreteras convencionales

Las carreteras convencionales se pueden clasificar según su titularidad en:

– Carreteras del Estado. Son las que pertenecen al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Se identifican con una letra N seguida de un número. Por ejemplo, N-340 o N-634.
– Carreteras autonómicas. Son las que pertenecen a las comunidades autónomas. Se identifican con una letra que indica la comunidad autónoma seguida de un número. Por ejemplo, A-92 o C-17.
– Carreteras provinciales. Son las que pertenecen a las diputaciones provinciales. Se identifican con una letra que indica la provincia seguida de un número. Por ejemplo, HU-341 o BA-20.
– Carreteras locales. Son las que pertenecen a los municipios. Se identifican con una letra que indica el municipio seguido de un número. Por ejemplo, MA-8301 o TE-V-9021.

Las carreteras convencionales tienen una anchura variable, dependiendo del número de carriles y del ancho del arcén. Generalmente, tienen un carril por sentido, aunque pueden tener más en algunos tramos para facilitar el adelantamiento o el tráfico lento. El ancho del arcén suele ser de entre 1,5 y 2,5 metros.

Estas carreteras convencionales pueden tener intersecciones a nivel o desnivel con otras vías. Las intersecciones a nivel son aquellas en las que las vías se cruzan en el mismo plano, formando cruces o rotondas. Las intersecciones a desnivel son aquellas en las que las vías se cruzan en distintos planos, formando puentes o túneles.

Las carreteras convencionales pueden tener también elementos complementarios como áreas de servicio, áreas de descanso, áreas de emergencia, pasos para peatones o animales, señales verticales u horizontales, balizas o barreras.

 

Historia de las carreteras convencionales

Las carreteras convencionales tienen su origen en los antiguos caminos reales que se construyeron desde el siglo XVI para comunicar las principales ciudades y regiones del país. Estos caminos se fueron mejorando y ampliando con el paso del tiempo, adaptándose a las necesidades del tráfico y al desarrollo económico y social.

En el siglo XX, se produjo un gran impulso en la construcción y modernización de las carreteras convencionales, especialmente durante el franquismo y la transición democrática:

  • Se creó la red nacional de carreteras del Estado,
  • también se establecieron los planes generales de carreteras
  • y se fomentó la participación de las comunidades autónomas y las diputaciones provinciales en la gestión y conservación de las vías.

En el siglo XXI, se ha producido un cambio de paradigma en la política de infraestructuras viarias. Se ha dado prioridad a la construcción y mejora de las autopistas y autovías frente a las carreteras convencionales. Sin embargo, estas últimas siguen siendo fundamentales para garantizar la cohesión territorial y la movilidad sostenible.

 

Normativa de las carreteras convencionales

La normativa que regula el uso y la seguridad de las carreteras convencionales se encuentra recogida en el Reglamento General de Circulación y en el Código de la Circulación. Entre los aspectos más importantes que hay que tener en cuenta al circular por estas vías se encuentran:

– La velocidad máxima:

Desde 2019, la velocidad máxima en las carreteras convencionales se fijó en 90 km/h para la mayoría de los vehículos, bajando de los 100 km/h anteriores. Sin embargo, hay excepciones para algunos vehículos como los autobuses, los camiones o los automóviles con remolque, que tienen un límite de 80 km/h. Además, la velocidad puede variar según las condiciones de la vía o del tráfico, por lo que hay que estar atento a las señales que lo indiquen.

– El adelantamiento:

El adelantamiento en las carreteras convencionales es una maniobra que implica un alto riesgo, ya que supone invadir el carril contrario y enfrentarse al sentido opuesto de la circulación. Por eso, hay que extremar las precauciones y respetar las normas que lo regulan. Entre ellas, se encuentran: no adelantar en algunas curvas ni cambios de rasante, túneles o pasos a nivel; no adelantar si hay línea continua o doble línea discontinua; no adelantar si hay señal de prohibido adelantar o de peligro por circulación en sentido contrario; no adelantar si se aproxima otro vehículo por el carril contrario; no adelantar si se va a poner en peligro o entorpecer a otros usuarios de la vía; y dejar una distancia lateral suficiente con el vehículo adelantado.

– La distancia de seguridad:

La distancia de seguridad es el espacio que hay que dejar entre nuestro vehículo y el que nos precede para poder reaccionar a tiempo en caso de frenada o imprevisto. En las carreteras convencionales, esta distancia debe ser como mínimo la que se recorre en dos segundos, teniendo en cuenta la velocidad y las condiciones de la vía y del tráfico. Para calcularla, se puede usar un punto de referencia fijo como un árbol o una señal y contar el tiempo que tardamos en llegar a él desde que lo hace el vehículo que nos precede.

– La preferencia de paso:

La preferencia de paso es el derecho que tiene un vehículo para circular por una vía frente a otro que se incorpora o cruza. En las carreteras convencionales, la norma general, si no existe señalización, es que tiene preferencia el vehículo que tiene su derecha libre. Sin embargo, hay excepciones como: los vehículos que circulan por una rotonda frente a los que se incorporan a ella; los vehículos que circulan por vía asfaltada sobre la que está sin asfaltar; los vehículos que circulan por un carril de aceleración o deceleración frente a los que lo hacen por el carril normal; y los vehículos que circulan por un paso para peatones o ciclistas frente a los que lo hacen por la calzada.

Conclusión

Las carreteras convencionales son una parte esencial de la red viaria española, ya que conectan localidades y territorios que no tienen acceso a otras vías de mayor capacidad. Sin embargo, también son las más peligrosas, ya que tienen doble sentido de circulación sin separación física y presentan curvas, cambios de rasante e intersecciones complejas. Por eso, es importante conocer sus características, su historia y su normativa, y circular por ellas con prudencia y responsabilidad.

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