Amortiguadores: influencia en la seguridad del vehículo
Los amortiguadores, quizá por estar tan ocultos, son los grandes desconocidos de la seguridad vial pero son esenciales para proteger a los ocupantes de cualquier vehículo. Su función es la de garantizar la adherencia de los neumáticos a la carretera en cualquier circunstancia: frenazos, curvas, carga excesiva o firme deslizante. Por eso es muy importante detectar cuándo están en mal estado.
Funciones de los amortiguadores
Cuando un coche se encuentra con un bache lo natural sería que saltase y volviese a caer. Pero gracias a los amortiguadores, la rueda no se despega del suelo y mantenemos el control en todo momento.
Pero los amortiguadores sirven para mucho más, pues influyen en todos los sistemas de seguridad del vehículo.
Amortiguadores en mal estado
Un amortiguador en mal estado va a influir de la siguiente forma.
- Cuando yo trato de frenar el vehículo, ese amortiguador que no está trabajando bien va a alargar la frenada haciéndome que frene más tarde. Si por ejemplo estamos en una ciudad a 80 km/h puedo estar hablando de más de 3 m.
- Un vehículo con ABS frena peor con los amortiguadores mal que un vehículo sin ABS. Cuando la rueda va votando, que es cuando el amortiguador no trabaja bien, en el momento que se suelta, salta al aire, el ABS la suelta; entonces cae al suelo y circula un poquito; vuelve a pararse porque bota y vuelve a caer, y entonces se alarga la frenada.
- Un amortiguador en mal estado también influirá en la dirección. ¿Por qué? Ese vehículo que está sufriendo esos impactos va a tener una mayor vibración en todos los componentes del sistema de dirección. Va a hacer que empiecen a tener una cierta holgura y esa cierta holgura se va a transmitir en vibraciones en el volante y en faltas de control en el vehículo.
- Un amortiguador en mal estado va a afectar al desgaste del neumático de una manera muy específica. Cuando paso la mano en el sentido contrario a la circulación del neumático, notaré como saltitos. Esos saltitos son los impactos que va haciendo de manera regular, que van desgastando el neumático siempre en los mismos sitios y va dejando un patrón de diente de sierra. Por lo tanto va a desgastar de una forma mucho más rápida.
Los amortiguadores se desgastan progresivamente y no notamos su deterioro en la conducción. Por eso conviene revisarlos cada 20 000 km. Sin embargo, hay una sencilla prueba que podemos realizar en casa y que nos da pistas sobre el estado de nuestros amortiguadores. Y es la prueba del rebote. Se empuja el vehículo hacia abajo, se le da un golpe seco, profundo, y se suelta. Si el amortiguador trabaja bien, hará una oscilación y media. Bajará, subirá y bajará, y se parará. Eso sería un amortiguador perfecto. Si hace dos, yo no está tan bien. Y si hace tres, ya está para el arrastre.
Para ampliar conocimientos puedes leer: “Sistema de suspensión”
Texto y vídeo extraídos del programa Seguridad Vital
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