¿Para qué sirve la tercera luz de freno de un vehículo?

En Europa a partir de 1998, se ha establecido un requisito para incorporar una luz adicional de freno en vehículos, conocida como la tercera luz de freno. Esta luz debe colocarse en una posición más elevada que las luces de freno convencionales y tiene la finalidad de brindar información a los conductores que están detrás del vehículo, especialmente a aquellos que se encuentran a mayor distancia, ya que en ocasiones las luces de freno principales pueden quedar obstruidas por el tráfico intermedio. Además, la tercera luz de freno ayuda a diferenciar entre el frenado y el uso de los intermitentes, ya que a simple vista pueden parecer iguales. En caso de que las luces de freno principales fallen, esta luz adicional también proporciona una señal de frenado adicional.

La tercera luz de freno puede generar luz mediante una bombilla principal, un conjunto de bombillas o LED, o incluso a través de un tubo de neón. En los vehículos de pasajeros, esta luz puede estar ubicada en el interior del vehículo, siendo visible a través de la ventana trasera. Alternativamente, puede estar integrada en el portón trasero o en un deflector. En ciertos casos, especialmente en vehículos todoterreno, esta luz puede ser colocada en un lugar especial, como en el soporte de la rueda de repuesto.

Es importante destacar que la tercera luz de freno debe estar situada en el centro horizontal del vehículo. No obstante, en situaciones donde el diseño de la parte trasera del vehículo lo haga necesario, se permite un desplazamiento máximo de 15 cm. Por ejemplo, algunos vehículos como el furgón Fiat Scudo han desplazado su tercera luz de freno debido a consideraciones de diseño. Además, se han establecido regulaciones en cuanto a la altura de esta luz en relación con las luces de freno convencionales. El borde inferior de la tercera luz de freno debe estar posicionado más alto que el borde superior de las luces de freno tradicionales, dependiendo de su altura.

Historia

El Ford Thunderbird de 1968 ofrecía la opción de incluir una luz adicional de freno y señales de giro en una ubicación elevada. Estas luces se instalaban en tiras a ambos lados de la pequeña ventana trasera del vehículo. El Oldsmobile Toronado de 1971 y el Buick Riviera de 1974 contaban de serie con luces de freno e intermitentes adicionales ubicadas en alto. Se encontraban debajo de la ventana trasera y alineadas visualmente con las luces convencionales. A pesar de estas innovaciones, en aquel momento no se adoptaron ampliamente. En Alemania, se realizaron experimentos con luces de freno elevadas en la década de 1980, pero esta iniciativa no fue bien recibida ni por los usuarios ni por las regulaciones.

Estudios iniciales que involucraron a flotas de taxis y otros vehículos demostraron que aquellos equipados con una tercera luz de freno experimentaron una reducción del 50% en colisiones por alcance. Aunque en la actualidad se estima que esta reducción es de apenas un 5%, es posible que la novedad del sistema haya influido en estos resultados.

En 1986, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (National Highway Traffic Safety Administration) y la Agencia de Transporte de Canadá (Transport Canada) establecieron la obligación de incluir una tercera luz de freno en todos los vehículos automotores fabricados a partir de ese año. Además, se requirió su instalación en furgonetas ligeras a partir de 1994. Dado que la instalación de una tercera luz de freno resulta relativamente económica y, aunque su impacto en la reducción de colisiones sea modesto, su implementación se considera rentable en términos de prevención de accidentes.

La Importancia de la Tercera Luz de Freno en la Seguridad Vial

La seguridad vial es un aspecto crucial en la sociedad actual, y la adopción de medidas que reduzcan los riesgos de accidentes de tráfico es de suma importancia. Una de estas medidas es la incorporación de la tercera luz de freno en los vehículos europeos, que ha demostrado tener beneficios significativos en la prevención de colisiones y en la mejora de la seguridad tanto para los conductores como para otros usuarios de la vía.

Visibilidad Mejorada:

La tercera luz de freno está colocada en una posición más elevada que las luces de freno convencionales. Esto ofrece una ventaja crucial: mejora la visibilidad del vehículo en situaciones de tráfico intenso o climáticas adversas. Los conductores que siguen a un vehículo equipado con una tercera luz de freno pueden detectar con mayor facilidad cuándo el conductor está frenando, lo que les da más tiempo para reaccionar de manera adecuada. Esto es especialmente importante en condiciones de poca visibilidad, como la lluvia, la niebla o la oscuridad.

Reducción de Colisiones por Alcance:

Estudios demuestran que los vehículos equipados con una tercera luz de freno experimentan una notable reducción en las colisiones por alcance. Esta luz adicional proporciona una señal de frenado adicional y más prominente. Esto  que permite que los conductores que se encuentran detrás puedan anticipar mejor las acciones del vehículo que está frenando. En situaciones de tráfico congestionado o detenciones repentinas, la tercera luz de freno juega un papel crucial en evitar colisiones no deseadas.

Diferenciación entre Frenado e Intermitentes:

Otro beneficio de esta luz de freno es su capacidad para ayudar a los conductores a distinguir entre las luces de freno y los intermitentes. En ocasiones, especialmente en situaciones de tráfico denso, los conductores pueden confundir las luces de freno con los intermitentes. La tercera luz de freno proporciona una señal de frenado clara y distintiva, lo que ayuda a:

• eliminar cualquier ambigüedad
• y reduce la posibilidad de malentendidos en la carretera.

Cumplimiento Normativo:

En Europa, desde 1998, se estableció la obligación de incluir la tercera luz de freno en todos los vehículos fabricados. Este cumplimiento normativo garantiza que todos los conductores y usuarios de la vía se beneficien de los avances en seguridad vial. Los profesionales de la educación vial pueden destacar la importancia de cumplir con estas regulaciones para promover un entorno vial más seguro y prevenir accidentes.

Conclusión:

En resumen, la tercera luz de freno es un componente esencial en la seguridad vial de los vehículos europeos.  Esta innovación es un elemento fundamental en la prevención de colisiones por alcance y en la mejora de la seguridad en nuestras carreteras por:

• Su ubicación elevada,
• visibilidad mejorada
• y capacidad para diferenciar entre frenado e intermitentes

Vídeo extraído del programa Seguridad Vital