Comentarios a Pruebas de alcoholemia
Imagen de prueba de alcoholemia. Contenidos gratuitos de educación y seguridad vial para clases teóricas del carné de conducir
En la imagen que analizamos, vemos una escena muy habitual pero que muchos conductores aún no comprenden del todo. Un agente de tráfico, de noche, con chaleco reflectante, linterna amarilla y un etilómetro en la mano. Está junto a un vehículo detenido. ¿Qué está pasando aquí exactamente? ¿Qué nos enseña esto desde la perspectiva de la educación y la seguridad vial?
Vamos a desglosarlo paso a paso.
1. El control nocturno: ¿Por qué se hace?
Los controles de alcoholemia por la noche no son casuales. Se planifican en función de los momentos con mayor riesgo:
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Fines de semana.
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Festivos.
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Salidas de zonas de ocio nocturno.
La Dirección General de Tráfico (DGT) prioriza estos horarios porque es cuando más infracciones por alcohol se detectan. Además, el riesgo de siniestros se multiplica. Según la DGT, conducir bajo los efectos del alcohol multiplica por 9 el riesgo de accidente.
2. Señales de tráfico y advertencias
En la imagen no se observan señales verticales visibles, pero es común que en este tipo de controles, se usen señales portátiles:
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P-22 (control policial): Es triangular y advierte a los conductores con antelación.
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Agentes de tráfico como señal: En España, las órdenes de un agente prevalecen sobre cualquier señal, incluida un semáforo en verde.
En este caso, el agente con su linterna amarilla está indicando al conductor que se detenga. Esa luz no es decorativa: es una señal luminosa reconocida y válida.
3. La figura del agente como educador
El agente de tráfico no está ahí solo para sancionar. Su presencia también cumple una función preventiva y educativa:
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Hace visible el control policial.
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Refuerza el mensaje de “si bebes, no conduzcas”.
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Disuade a otros conductores de asumir riesgos.
Muchos conductores cambian su conducta tras ser parados en un control, incluso si dan negativo. Aprenden que el riesgo es real y que hay consecuencias.
4. El etilómetro: cómo funciona
En la imagen se ve claramente que el agente sujeta un etilómetro de muestreo (también conocido como alcoholímetro portátil). Este aparato:
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Se usa para hacer una prueba rápida.
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No determina una sanción por sí solo.
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Si el resultado es positivo, se realiza una segunda prueba con un etilómetro evidencial, homologado y más preciso.
Esto garantiza los derechos del conductor y la fiabilidad del resultado.
5. Normativa aplicable: lo que debes saber
El control está respaldado por varias normas clave:
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Ley de Seguridad Vial (Texto Refundido RDL 6/2015): permite a los agentes realizar pruebas de alcoholemia a cualquier conductor.
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Reglamento General de Circulación (RD 1428/2003): regula cómo deben hacerse esas pruebas.
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El Código Penal (art. 379.2): si se supera la tasa de 0,60 mg/l en aire espirado, es delito.
Límites legales:
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Conductores generales: 0,25 mg/l en aire.
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Conductores noveles y profesionales: 0,15 mg/l.
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Superar estas tasas conlleva multas, retirada de puntos y, en algunos casos, penas de prisión.
6. Elementos clave de seguridad visibles en la imagen
La foto también da para hablar de seguridad vial en estado puro:
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El agente lleva chaleco reflectante: obligatorio para ser visible en condiciones de baja luminosidad.
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Usa una linterna luminosa amarilla: no solo sirve para iluminar, también señala.
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Se sitúa en el lado izquierdo del vehículo: siempre se coloca del lado seguro respecto al tráfico.
Cada detalle está pensado para minimizar el riesgo y maximizar la eficacia del control.
7. ¿Qué debe hacer el conductor?
Si te detienen en un control así:
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Mantén la calma.
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Baja la ventanilla.
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Escucha y sigue las indicaciones del agente.
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No te niegues a soplar: la negativa es delito (art. 383 del Código Penal).
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Coopera. Cuanto más claro seas, antes terminará todo.
8. Educación vial: lo que aprendemos
Desde el punto de vista de un educador vial, esta escena es un ejemplo perfecto para enseñar:
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La importancia de los controles preventivos.
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El respeto a la autoridad vial.
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La relación directa entre consumo de alcohol y siniestralidad.
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Cómo la visibilidad y el comportamiento profesional salvan vidas.
Además, es una oportunidad pedagógica para trabajar valores como la responsabilidad, la empatía y el autocontrol.
9. Reflexión final
Muchos ven los controles como una molestia. Pero la realidad es otra: salvan vidas. Si una sola persona decide no conducir ebria gracias a un control, ya ha valido la pena.
Así que, la próxima vez que veas una linterna amarilla iluminando la noche, recuerda: no es solo un control… es un mensaje claro para todos:
“Conducir es un acto de responsabilidad. No pongas tu vida ni la de otros en juego.”
¿Te ha pasado alguna vez algo similar? ¿Te han parado en un control y no sabías qué hacer? Cuéntalo y ayúdame a que más personas aprendan con tu experiencia.
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