Cómo tratar una quemadura
¿Sabes cómo actuar ante una quemadura? En este artículo te explicamos los primeros auxilios para quemaduras que debes conocer y aplicar en caso de que tú o alguien cercano sufra una lesión de este tipo.
Las quemaduras son daños en la piel causados por agentes térmicos, químicos, eléctricos o radiactivos. Según la profundidad y la extensión de la herida, se clasifican en tres grados: primer grado, segundo grado y tercer grado.
Tipos de quemaduras
Las quemaduras de primer grado son las más superficiales y solo afectan a la capa externa de la piel (epidermis). Se caracterizan por un enrojecimiento, dolor leve e inflamación. Un ejemplo común es el eritema solar.
Las quemaduras de segundo grado afectan a la epidermis y a parte de la capa interna de la piel (dermis). Se manifiestan por un enrojecimiento intenso, dolor moderado a severo, ampollas y posible pérdida de líquidos. Un ejemplo frecuente es el contacto con líquidos calientes.
Las quemaduras de tercer grado son las más graves y comprometen todas las capas de la piel e incluso los tejidos subyacentes (músculos, nervios, huesos). Se presentan con una apariencia blanca, negra o carbonizada, ausencia de dolor debido a la destrucción de las terminaciones nerviosas y riesgo elevado de infección y shock. Un ejemplo posible es el contacto con fuego directo.
Primeros auxilios en quemaduras
Los primeros auxilios para quemaduras dependen del tipo y la gravedad de la lesión. Sin embargo, hay algunas pautas generales que se deben seguir:
– Lo primero que hay que hacer es alejar al afectado del agente causante de la quemadura y asegurarse de que no haya riesgo para su vida o su respiración.
– Lo segundo es enfriar la zona quemada con agua corriente fría (no helada) durante unos 10 minutos o hasta que disminuya el dolor. Esto ayuda a reducir el calor residual, limitar el daño tisular y aliviar el malestar.
– Lo tercero es cubrir la quemadura con un apósito estéril o un paño limpio y húmedo. No se debe aplicar ningún producto sobre la herida (cremas, pomadas, aceites) ni romper las ampollas si las hubiera.
– Lo cuarto es trasladar al afectado al centro médico más cercano si presenta signos de gravedad como: quemaduras extensas o profundas; dificultad para respirar; alteración del estado mental; exposición a sustancias químicas o electricidad; afectación de zonas sensibles como cara, manos o genitales.
Los primeros auxilios para quemaduras son fundamentales para prevenir complicaciones mayores y favorecer una recuperación óptima. Por eso es importante conocerlos y aplicarlos correctamente ante cualquier situación que lo requiera.
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