Inmovilizaciones del vehículo en carretera
En ocasiones por una avería nos vemos obligados a realizar una Inmovilización del vehículo en carreteras. Esta situación puede ser muy peligrosa y tener consecuencias graves si no extremamos las precauciones. Da igual si estamos en el interior del coche averiado o si pasamos por el lugar en otro vehículo; tanto en un caso como en el otro es esencial que sepamos cómo actuar para evitar un accidente.
Cuando un vehículo se encuentra parado en la vía se convierte en un peligro potencial para sus ocupantes y el resto de coches que circulan por la carretera. La velocidad, la falta de percepción del riesgo o no saber cómo actuar ante una incidencia de este tipo pueden provocar graves consecuencias.
Conductores que han sufrido una avería y que circulan desorientados, sentados en la barrera de seguridad, sin el chaleco puesto o sin las luces de emergencia activadas; estos son los tipos de conducta que debemos detectar y evitar.
Precauciones en caso de realizar una inmovilización del vehículo en carreteras
Conducir sin que nuestro coche haya pasado las revisiones pertinente se considera un riesgo para la circulación. De hecho, según la Comisión Europea, el 6% de los accidentes de tráfico mortales están ligados directamente a fallos del vehículo. Si aun habiéndolo revisado nos vemos obligados a parar, debemos tener en cuenta varios aspectos.
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- Estacionaremos próximos al arcén, apartados de la calzada y del tráfico,
- alertaremos mediante las luces de emergencia al resto de conductores de nuestra presencia.
- nos colocaremos el chaleco de alta reflectancia
- y, si comprobamos que podemos abandonar el vehículo con seguridad, lo haremos;
- seguidamente nos situaremos detrás de la barrera o lo más alejado posible del tráfico.
- Si no es posible abandonar el vehículo con seguridad, permaneceremos en el interior con el cinturón correctamente abrochado.
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Señal V16
Desde agosto de 2018 el reglamento permite la preseñalización del vehículo inmovilizado con dispositivos luminosos homologados. Las diferencias entre el triángulo y nuestra luz son muchas, pero la primordial es la inmediatez y el no tener que bajarte del vehículo para señalizarlo correctamente.
Si pasamos por un lugar donde hay una avería o accidente, debemos evitar el efecto mirón. No es más que aminorar la marcha, incluso detenernos, para poder observar mejor lo que está ocurriendo. Esta es una conducta muy peligrosa porque puede aumentar o provocar una retención, incluso un accidente por alcance.
Texto y vídeo extraídos del programa de RTVE «Seguridad Vital»
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