Proceso de desguace de un vehículo

El Desguace, punto de información sobre el reciclaje del vehículo. La descontaminación de un vehículo

Descontaminación de vehículos

¿Qué se hace con un vehículo cuando ya no se puede usar más? ¿Cómo se evita que sus componentes contaminen el medio ambiente? Estas son algunas de las preguntas que se plantean al hablar de las operaciones de descontaminación de un vehículo al final de su vida útil. Respecto a este tema, nace eldesguace.net nuevo blog con información sobre el mundo de los desguaces, el reciclaje de vehículos y piezas como catalizadores, motores, así como normativa de interés.

La descontaminación de un vehículo consiste en retirar y gestionar adecuadamente los elementos que pueden suponer un riesgo para la salud o el entorno, como los líquidos, las baterías, los neumáticos, los airbags o los catalizadores. Estas operaciones se realizan en centros autorizados, llamados centros de tratamiento de vehículos fuera de uso (CATV), que cumplen con la normativa vigente y garantizan la seguridad y la calidad del proceso.

El objetivo de la descontaminación es recuperar el mayor número posible de materiales y componentes para su reutilización, reciclaje o valorización energética, minimizando así la cantidad de residuos que se generan y el impacto ambiental. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en 2019 se descontaminaron en España más de 1,2 millones de vehículos, lo que supuso una tasa de reciclaje del 95,6%, superando el objetivo del 85% establecido por la Unión Europea.

La descontaminación de un vehículo al final de su vida útil es una actividad esencial para la protección del medio ambiente y la economía circular. Por eso, es importante que los propietarios de los vehículos se informen sobre cómo y dónde realizar este proceso correctamente, y que confíen solo en centros autorizados que cumplan con la legislación y las buenas prácticas ambientales.

Procedimiento de desguace de un automóvil

El desguace de un vehículo es el proceso por el cual se retira de la circulación un automóvil que ha llegado al final de su vida útil o que ha sufrido un siniestro grave. El objetivo es reciclar los materiales y componentes que se puedan aprovechar y eliminar los residuos de forma segura y respetuosa con el medio ambiente.

El procedimiento de desguace de un vehículo consta de los siguientes pasos:

1. Solicitar la baja definitiva del vehículo en la Dirección General de Tráfico (DGT).

Para ello, se debe presentar el certificado de destrucción del vehículo, que se obtiene en un centro autorizado de tratamiento (CAT), junto con la documentación del vehículo y del titular. La baja definitiva implica que el vehículo deja de estar registrado y no puede circular ni ser transferido a otra persona.

2. Llevar el vehículo al CAT.

Allí será donde se le asignará un código identificativo y se le realizará una inspección visual para comprobar su estado y los elementos que contiene. El CAT es el único lugar donde se puede desguazar legalmente un vehículo. Cuenta con las instalaciones y los medios adecuados para garantizar la seguridad y la protección ambiental.

3. Descontaminar el vehículo.

Extraer los líquidos y sustancias peligrosas que pueda contener, como el aceite, el combustible, el líquido refrigerante, el líquido de frenos, el aire acondicionado, las baterías, los airbags o los gases refrigerantes. Estos residuos se almacenan en recipientes especiales y se envían a gestores autorizados para su tratamiento.

4. Desmontar el vehículo.

Se separan las piezas y componentes que se puedan reutilizar o reciclar, como los neumáticos, las llantas, los cristales, los metales, los plásticos o las piezas mecánicas. Estos materiales se clasifican y se envían a empresas especializadas para su recuperación.

5. Aplastar o fragmentar el vehículo, reduciendo su volumen y facilitando su transporte.

El resultado es una chatarra metálica que se somete a un proceso de separación magnética para eliminar los restos de otros materiales. La chatarra metálica se funde en hornos para obtener nuevos productos siderúrgicos. Las fracciones no metálicas se destinan a la fabricación de combustibles derivados de residuos (CDR) o a su eliminación controlada.

6. Certificación

Se emite un certificado de destrucción del vehículo. Este documento acredita que el proceso se ha realizado conforme a la normativa vigente y que el vehículo ha quedado fuera de circulación. Este documento es necesario para dar de baja definitiva el vehículo en la Dirección General de Tráfico (DGT) y evitar posibles sanciones o responsabilidades.

El procedimiento de desguace de un vehículo permite aprovechar hasta el 95% de sus materiales. De esta forma contribuye a la economía circular y a la preservación de los recursos naturales. Además, evita la contaminación del suelo, el agua y la atmósfera por los residuos generados por los vehículos en desuso.