El alcoholímetro antiarranque o Driver Alcohol Detection (DADSS)
DADSS (Driver Alcohol Detection System for Safety) es una tecnología que se ha creado para luchar contra la conducción bajo los efectos del alcohol. Es un sistema incluido en los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) que son obligatorios para homologar vehículos a partir de 2022. Estos vehículos nuevos deberán tener una “interfaz para la instalación” de estos dispositivos.
La inclusión de este mecanismo como sistema obligatorio se basa en la reducción de la siniestralidad en las vías europeas. Según un estudio realizado por el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte en 2019, el año anterior se podrían haber evitado , al menos, 5000 muertos en siniestros viales si todos los conductores hubieran estado sobrios en el momento de manejar sus vehículos. Esta cifra se engloba dentro de la Estrategia 2030 de la UE para reducir a la mitad el número de muertes y heridos graves en siniestros viales.
Este fue el primer propósito con el que se desarrolló en países como Estados Unidos, Canadá y Australia donde llevan mucho tiempo empleándolo. En un principio, se instalaba en los coches de aquellas personas que coleccionaban sanciones (y problemas) relacionado con la conducción bajo los efectos del alcohol. Y este sería el uso que podría aplicarse en nuestro país.
Cómo funciona
En Europa, el Alcoholock o DADSS se colocará en vehículo conectado directamente al motor. Si el conductor debe poner en marcha su vehículo, debe soplar en un etilómetro parecido al utilizado en los controles de alcoholemia realizado por las autoridades de tráfico. Si los niveles de alcohol en sangre son los adecuados, el motor arrancará, pero si se superan los límites establecidos, el sistema impedirá que el vehículo pueda funcionar. Además cuenta con un módulo de control que recoge y archiva los resultados para crear el historial de su uso.
Se trata de un dispositivo que se coloca en el coche y va conectado directamente al motor. Cuando el conductor se sube, le obliga a soplar en un etilómetro parecido al que utilizan las autoridades policiales comprobar los niveles de alcoholemia o de drogas en sus controles. Si sus valores están por debajo de los límites legales podrá emprender la marcha sin problema alguno, pero si son superiores el vehículo se bloqueará por seguridad y no arrancará.
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En Estados Unidos y Canadá se ha venido utilizando un sistema diferente. El sistema funciona con dos tipos de sensores que analizan el nivel de alcoholemia que tiene el conductor.
- Uno de los sensores es por medio de aire espirado y está instalado encima del volante y lo más novedoso de todo es que el conductor no tiene que expulsar el aire de manera forzada por un “tubo”. Este sistema analiza el aire que espira el conductor y lo analiza para buscar moléculas de etanol, tiene la posibilidad de ajustar desde tolerancia cero hasta el grado de alcohol permitido en el estado o país correspondiente. Por supuesto, este sistema distingue la respiración del conductor del resto de los ocupantes del vehículo, con lo que podrás llevar a tu amigo borracho a que duerma la mona sin ningún problema.
- También encontramos otro tipo de sensor, en este caso fotosensible, que se localiza en el botón de encendido del automóvil, el conocido “Start/Stop” . Este sensor es capaz de analizar y detectar alcohol en la sangre con tan solo pulsar este botón, sin ningún tipo de pinchazo. Según nos asegura la NHTSA, este sistema realiza una gran cantidad de lecturas en menos de un segundo para conseguir una respuesta precisa y segura. Si has bebido, no te dejará arrancar el coche aunque presiones mil veces el botón de arranque.
¿Se puede engañar al Alcoholock o DADSS?
Para evitar posibles fraudes, el sistema cuenta con una serie de sensores. Éstos garantizan que no se puedan utilizar dispositivos mecánicos para evitar activar el sistema. Además de ello, y para reconocer e identificar eficaz e inequívocamente al usuario, cuenta con diferentes tecnologías:
- de reconocimiento de huellas dactilares, pupila,
- detección facial o fotografías digitales que se quedan guardadas en la memoria para impedir el fraude.
Se llegó a dar el caso de que, un conductor americano, enseñó a su perro a soplar en el mecanismo. De esta forma conseguía desbloquear el vehículo cuando él estaba ebrio. Actualmente esto sería imposible con los nuevos sistemas de seguridad.
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