El casco de los ciclistas como sistema de seguridad pasiva en la bicicleta
En España el uso del casco en bicicleta solo es obligatorio para mayores de 16 años cuando circulamos por vías interurbanas. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud asegura que el uso de esta prenda reduce en un 70% las posibilidades de sufrir lesiones en la cabeza. ¿Pero vale cualquier casco? Evidentemente no. Por eso vamos a conocer cuáles son los requisitos indispensables para un buen casco de ciclista.
La bicicleta como medio de transporte o forma de ejercitarse es cada vez más popular. Siempre que se utilice hay que hacerlo con el casco puesto. ¿Pero sabemos qué tenemos que buscar exactamente en un casco? Lo principal es saber para qué uso es. No es lo mismo un usuario que va a hacer un trayecto de 30 min para ir al trabajo que un ciclista deportivo, ya puede ser de montaña, de carretera…
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- Los ciclistas urbanos buscan cascos más discretos que encajen con la vida en ciudad y con su rutina diaria y le dan menos importancia al peso o la ergonomía.
- El ciclista deportivo está más pendiente de la ventilación o la resistencia al viento.
Lo más importante también es que el usuario se lo ponga el mayor tiempo posible. Queremos que sea un elemento que te dé unas cualidades que te hagan que sea cómodo para que lo lleves todos los días.
La ventilación es importante dependiendo si el trayecto es más largo o más corto. Es verdad que el clima de España, a partir de primavera hace un calor que necesitamos que el casco nos ventile, nos transpire, lo suficiente.
Tipos de almohadillas que tiene cada casco, hacen que también sea más cómodo.
Los sistemas de ajuste; cuanto mejor te cojan la zona occipital. Hay que probárselo, porque hay incluso diferentes formas del cráneo.
El casco de los ciclistas debe tener simplemente un pequeño movimiento, pero el justo para que el casco no salga despedido.
Un plus de seguridad en este caso sería tener una luz posterior. Está muy arriba, los vehículos nos ven desde mucha más distancia.
Un sistema que revolucionó el mercado fue el sistema MIPS. Disipa la energía cuando el casco sufre un rozamiento contra el suelo; permite movimiento entre la capa exterior del casco y la cabeza.
Los cascos en cualquier tipo de impacto ya han dañado su estructura, con lo cual deberían dejar de usarse. Incluso tienen un tiempo de uso. Es decir, entre cinco y seis años, que ya no deberíamos usarlo porque todos los plásticos van perdiendo sus cualidades y no es recomendable.
Texto y vídeo obtenidos del programa “Seguridad VItal”
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