Colocarnos correctamente en el asiento del conductor
Para conducir con comodidad, pero, sobre todo con seguridad, es fundamental ir bien sentados al volante. ¿Realmente tu postura de conducción es correcta?. El asiento del coche, el respaldo, el volante, el reposacabezas, los espejos retrovisores… Te contamos cómo colocarnos correctamente en el asiento del conductor.
Siempre que vayas a conducir un vehículo debes hacer unas comprobaciones previas para asegurar que tu postura de conducción es la correcta. ¿Qué debes regular?
Distancia del asiento:
El asiento está bien regulado si la pierna izquierda queda ligeramente estirada al pisar el fondo del pedal del embrague sin que tengamos la necesidad de inclinar o desplazar el cuerpo hacia adelante.
Altura del asiento:
Hay que regular la altura de la banqueta de manera que sea cómoda la postura y que no reste visibilidad. Colocarnos correctamente en el asiento del conductor es fundamental, cuanto más bajo vaya el asiento, menos afectarán los movimientos de la carrocería al conductor.
Posición del volante:
Debe ir situado de tal manera que el conductor pueda ver totalmente el cuadro de instrumentos y la carretera, y que al mismo tiempo las rodillas no rocen con él. Casi todos los nuevos vehículos disponen de un regulador de altura y algunos también ofrecen el ajuste en profundidad.
El respaldo:
Se recomienda una inclinación máxima de 25 grados y, cuanto más vertical, mejor. Para regular el respaldo del asiento hay que apoyar la espalda completamente y que al estirar los brazos hacia el volante las muñecas queden apoyadas en la parte superior del mismo. Si regulando el respaldo no se consigue la postura correcta, hay que probar a adelantar el asiento y a mover el volante con el ajuste de profundidad (cuando lo lleve). Es importante que el conductor no se siente ni muy lejos ni muy cerca y el volante no debe ir situado muy bajo, porque en caso de imprevistos o para maniobras rápidas será más difícil el manejo.
El reposacabezas:
Es un elemento de seguridad muy importante, porque evita el denominado latigazo cervical en caso de una colisión. Aun así, suele ser un gran olvidado. Debe estar situado a unos cuatro centímetros de distancia de la cabeza, y la altura de los ojos debe coincidir con la parte superior del reposacabezas, lo que protegerá al conductor ante posibles lesiones de cuello.
Espejos retrovisores:
Antes de iniciar la marcha hay que ajustar el espejo retrovisor interior centrándolo con la luna trasera. Los espejos exteriores ayudan a evitar los ángulos muertos, y es importante que se ajusten enfocándolos hacia el final de la carrocería.
0 comentarios