El vehículo como factor de riesgo en siniestros viales

por | Jul 6, 2023

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Actuaciones en el vehículo para evitar accidentes viales

 

El vehículo como factor de riesgo

El vehículo como factor de riesgo

 

Un aspecto clave de la circulación es la interacción entre tres elementos: las personas, los vehículos y las vías. Existen varios estudios que han analizado la importancia relativa de cada uno de ellos. Algunos ejemplos son:

  • el proyecto REAGIR, realizado en Francia durante varios años y que ha examinado miles de accidentes en profundidad;
  • las investigaciones del Transport Research Laboratory (TRL) en Gran Bretaña;
  • o en Estados Unidos, las del National Highway Traffic Safety Administration o el Indiana Tri-Level Study, una investigación que duró más de cinco años y que abarcó unos cinco mil accidentes de tráfico de todo tipo.

Estos últimos estudios son considerados entre los más relevantes y completos del mundo desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo, y sus resultados son prácticamente coincidentes. En particular, en el estudio de la Universidad de Indiana, encontraron que entre los factores que provocaron el accidente de tráfico:

  • el factor humano estaba implicado entre el 71% y el 93% de los casos;
  • los factores ambientales entre el 12% y el 34%
  • y las causas relacionadas con el vehículo entre el 4,5% y 13%.

Por lo tanto, y aunque en menor medida, es innegable la influencia del vehículo en los accidentes de tráfico y en la seguridad de sus ocupantes y otros usuarios de la vía. Aunque hoy en día no es tan común que el vehículo intervenga como causa directa o principal, sí tiene un papel asociado a los demás factores como elemento que puede aumentar o disminuir el riesgo que se presenta en cada situación específica.

La evolución de los vehículos de motor ha estado marcada por diferentes etapas y prioridades. Al principio, el reto era mejorar el rendimiento y la fiabilidad del invento. La seguridad no era un problema debido a la escasez del tráfico. Más tarde, ante el aumento de los accidentes, se introdujeron nuevas medidas en los vehículos. Esto se hizo tanto por iniciativa propia de los fabricantes como por exigencia legal, para hacer del vehículo un factor de seguridad vial.

Sin embargo, hubo fabricantes que desde sus inicios se preocuparon por este aspecto. Por ejemplo, la marca Volvo se fundó en 1.927 con la idea de que los vehículos debían diseñarse pensando en la seguridad de las personas que los conducían. Otro caso fue el de Ford, que distribuía entre sus concesionarios un libro en el que les recomendaba destacar la seguridad como un valor añadido a la hora de vender sus vehículos.

Una de las primeras empresas en innovar en el campo de la seguridad vial fue Mercedes-Benz. En 1939 creó una división especializada en estudiar la protección de los ocupantes en colisión. Estas investigaciones se interrumpieron durante la Segunda Guerra Mundial, pero más adelante, Renault creó un laboratorio de Fisiología y Biomecánica con el objetivo de mejorar el confort y la seguridad de los vehículos. Antes, la mayoría de los anuncios de coches destacaban la velocidad o la aceleración.

 

 

Por suerte, hoy en día la seguridad es un factor importante para los compradores de coches y suele aparecer en la publicidad de los fabricantes. Incluso llegan a ser un motivo de compra para muchas marcas. Así, se demuestra el papel esencial del consumidor a la hora de elegir un modelo u otro según los dispositivos de seguridad que incorporen, incluso dispuestos a pagar más por ellos.

 

La reglamentación.

 

Un aspecto clave de las intervenciones basadas en el diseño de los vehículos es la reglamentación, que tiene varias dimensiones. Las examinamos a continuación.

Es el conjunto de normas que establecen las Administraciones Públicas para asegurar la seguridad y la protección del Medio Ambiente. Al principio, cada país tenía sus propios reglamentos de seguridad para proteger a los usuarios de los vehículos y a los peatones que podían ser atropellados. Con el incremento del comercio internacional de vehículos, estas restricciones y reglamentaciones se fueron armonizando a nivel internacional. Se llegó así al Acuerdo de Ginebra del 20 de marzo de 1.958.

En los últimos años, la legislación internacional ha sido elaborada principalmente por dos organismos:

  1. la ONU, que busca una reglamentación mundial para el futuro;
  2. y la UE, que ha adoptado los casi cien Reglamentos de Ginebra en forma de Directivas y ha desarrollado otras sobre todo tipo de temas para su aplicación en los Estados Miembros. A estas normativas se suman, en cada país, las de carácter nacional. El resultado final es que el vehículo automóvil se ha convertido uno de los productos industriales más regulados.

La normativa específica española sobre la materia viene de la mano del Real Decreto 2822/1998, de 23 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento General de Vehículos, de ejecución y desarrollo de los preceptos del Real Decreto Legislativo 6/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.

 

La homologación.

 

La homologación es el proceso administrativo que se establece en el Real Decreto 750/2010, que regula los requisitos de homologación de:

  • vehículos de motor y sus remolques,
  • máquinas autopropulsadas o remolcadas,
  • vehículos agrícolas,
  • y también de sistemas, partes y piezas de estos vehículos.

Este proceso consiste en verificar que los vehículos que se incluyen en este ámbito cumplan con la homologación de tipo como requisito previo para poder matricularse o circular en España. Asimismo, establece los requisitos administrativos para que las partes y piezas, si fuera necesario, que se destinan a estos vehículos, matriculados o no, y que necesiten una homologación, puedan venderse en el mercado español.

La homologación garantiza la circulación de los vehículos y la comprobación de que funcionan correctamente, adaptándose en sus características, equipos, repuestos y accesorios a las normas técnicas que se determinan en el Reglamento General de Vehículos.

 

La investigación y los avances tecnológicos.

 

Diversos organismos oficiales, empresas fabricantes, entidades de seguros etc., realizan un gran esfuerzo de investigación en pistas de pruebas, laboratorios y ensayos de choques. Todo ello para dotar a los vehículos de los mayores y mejores avances técnicos que aporten más seguridad a la circulación. De hecho, las Administraciones y las asociaciones de usuarios han establecido un sistema de evaluación de la seguridad algo más exigente que la reglamentación en algunos aspectos. Consiste en otorgar unos distintivos en forma de estrellas, de más fácil identificación por parte de los usuarios, en función de los niveles logrados en los ensayos que se realizan al efecto. En Europa, esta labor la realiza EuroNCAP y es voluntario para los fabricantes someter o no sus vehículos a dicha evaluación.

 

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