Uno de los factores de riesgo que más siniestros viales provocan
Aunque son varios factores afectan las tasas de accidentes, la conducción distraída tiene la tasa de accidentes más alta. Situaciones tan triviales como hablar por teléfono, hablar con otros pasajeros o usar la radio pueden reducir drásticamente la concentración. Además, no dormir lo suficiente, comer demasiado o beber alcohol antes de un viaje puede reducir la percepción y afectar negativamente a la concentración.
Los números hablan por sí solos, las distracciones al volante como factor de riesgo, según un informe de la DGT, son causa del 34% de los accidentes en nuestro país. Sin embargo, los conductores creían que otros motivos: alcohol, consumo de drogas o infracciones de las normas de tráfico contribuían al número de accidentes, reduciendo así la atención (datos de la IX Encuesta de Movilidad y Seguridad Vial del RACC).
La distracción, la velocidad excesiva e inadecuada y el consumo de alcohol y drogas siguen siendo claramente una preocupación en España en cuanto a conductas peligrosas. Las distracciones parecen ser un factor de complicación en el 32% de los accidentes mortales viales.
Datos sobre los factores recurrentes en accidentes de tráfico
FACTOR
CONCURRENTE |
SINIESTROS CON VÍCTIMAS | SINIESTROS MORTALES | ||
CASOS | % SOBRE TOTAL | CASOS | % SOBRE TOTAL | |
CONDUCCIÓN DISTRAÍDA | 18.591 | 26% | 423 | 32% |
VELOCIDAD INADECUADA | 6.604 | 9% | 301 | 22% |
ALCOHOL | 2.892 (de 23.789) |
12% | 184 de 874 | 21% |
Factores de riesgo concurrente en los accidentes con víctimas y accidentes mortales ocurridos en vías urbanas e interurbanas. Se excluyen los datos de Cataluña y del Pais Vasco.
Analizamos los tres factores principales de riego durante la conducción (distracción, velocidad inapropiada y alcohol) entre los siniestros con víctimas y mortales en vías interurbanas y de dentro de poblado. Las distracciones fueron un factor en el 32 % de los accidentes fatales, la velocidad aumentó en un 22 % y el consumo de alcohol aumentó en un 21 %.
Analizando los datos de los accidentes de años anteriores extraemos las siguientes conclusiones:
- En las vías fuera de poblado, las distracciones al volante son causa de un 35% de los accidentes mortales, mientras que en las vías urbanas representan el 23%.
- La velocidad inadecuada como factor de riesgo interviene en el 9% de los siniestros con víctimas, subiendo al 19% en vías interurbanas.
- Si hablamos de accidentes mortales, la velocidad fue un factor recurrente en el 22% de los siniestros
- Las denuncias impuestas por DGT fueron un total de 4.179.689, de las cuales el 62% se referían a velocidad. Fueron puestas por el sistema Pegasus, radares y por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
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Durante la conducción, toda la información del entorno debe ser percibida, reconocida y organizada. Pero cuando conducimos, somos bombardeados con incesantes estímulos: las señales, la posición de nuestro cuerpo, los niños cruzando la calle, la música de la radio, la velocidad, el olor a gasolina, la vibración del volante, etc. Si el conductor no consigue filtrar con precisión la información de interés y desprecia lo irrelevante, corre el riesgo de una saturación informativa.
Gracias a la atención, el conductor solo selecciona los principales estímulos, ingresando y procesando solo una parte de la información sensorial recibida. Hay muchos factores que pueden conducir a una atención inapropiada o provocar distracciones. Algunas surgen del individuo (internas) y otras del entorno que rodea al conductor (externas).
Una distracción es algo que se ve, se escucha, se siente, se toca o incluso se piensa y que desvía o distrae la mente y, a veces, los ojos, de las cosas que merecen toda su atención. Por lo general, las distracciones solo duran un momento, pero pueden ser lo suficientemente largas como para causar un accidente.
Clases de distracciones
Las distracciones se puede dividir en las siguientes categorías:
- Pequeños incidentes y molestias que son peligrosas pero poco frecuentes: un insecto en el interior del vehículo, un cigarrillo que se cae de las manos al asiento, salpicaduras de agua y barro del vehículo que circula delante, pequeños desprendimientos de una ladera, etc.
- Exigencias dentro del vehículo y sus ocupantes: la radio o la música, los niños alborotando, etc. l. No son peligrosas pero sí muy frecuentes
- Distracciones del exterior del vehículo. las constituyen cualquier estímulo llamativo del exterior como carteles publicitarios, un accidente en la vía, escaparates de tiendas, peatones y grupos de personas, etc.
- Pensamientos y preocupaciones que dan lugar a un ensimismamiento del conductor o a «soñar despierto». Se trata de distracciones internas, generalmente provocadas por condiciones emocionales, excesivo interés por una determinada idea, etc. Esto no quiere decir que la atención se desvíe necesariamente de la conducción, pero si se distrae, se ralentizan las acciones, especialmente las complejas y discriminatorias, porque la mente no sólo tiene que empezar a pensar en un nuevo problema, sino que también tiene que terminar de pensar en el asunto que le tiene ocupado. Esto se hizo particularmente evidente cuando los teléfonos celulares se hicieron comunes hace más de quince años. Al respecto, actualmente se sabe que el riesgo de accidente al hablar por teléfono aumenta de 4 a 9 veces, pues al cabo de un minuto y medio de llamada, la atención en la vía disminuye en un 40%.
- Exigencias del propio conductor como cambiar una emisora de radio, etc. Son muy frecuentes y tienen la característica de que el conductor suele tomar las medidas oportunas antes de realizar la tarea en cuestión, para evitar el peligro. El problema tiende a cambiar de un problema de concentración a un problema de destreza (en algún momento se pueden necesitar ambas manos para realizar maniobras evasivas, una de las cuales está ocupada operando el regulador de la ventana). Hace menos de cinco años, la proliferación de datos móviles en teléfonos celulares y aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales aumentó drásticamente el problema nuevamente, aumentando el riesgo 23 veces más.
Iniciativas para evitar el uso del móvil al conducir
Con el fin de evitar el uso del teléfono al conducir se pueden poner en marcha algunas iniciativas:
- Configurar el móvil o usar una app que silencie los mensajes y, si es posible conteste con un mensaje, “estoy conduciendo, luego te llamo”.
- Poner el WhatsApp en estado: “conduciendo”. Si no, silenciarlo y ponerlo en un lugar donde no lo veamos mientras conducimos.
- Evitar chatear con gente que sabemos que está conduciendo.
- Evitar conectar o tratar de contestar los mensajes durante los semáforos, ya que suele provocar stress y nuevas distracciones.
- Salir de casa “actualizado”. El coche no es el sitio para conocer las últimas novedades y noticias de nuestros contactos. Antes o después de conducir, pero nunca durante.
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