Consejos para ser un buen Educador Vial

¡Conoce las cualidades de un buen educador vial para empezar a recorrer el camino de la enseñanza! Un profesor vial debe actualizarse constantemente para adaptarse a los cambios de los alumnos. ¿Cuales son las cualidades?

Conocer las características de un buen educador vial es un buen punto de partida para iniciar el camino de todo profesor vial. Es importante conocer el objetivo para dirigir nuestro camino. El problema radica que la educación es una actividad viva, en constante evolución y en consonancia con los cambios de hábitos, actitudes e intereses de los alumnos. Esto obliga al formador vial a una constante renovación y actualización durante toda su vida docente.

Para empezar por algún sitio, es importante diferenciar el concepto de profesor del de educador. Aunque pueden parecer sinónimos, en realidad no lo son, aunque estén íntimamente relacionados:

• • Profesor sería aquella persona que ha obtenido su titulación como docente, en nuestro caso, el certificado.
  • Educador sería aquella persona que posee una serie de cualidades necesarias para poder educar, es decir, para influir positivamente en el comportamiento y pensamiento de una persona hacia una dirección determinada.

Lo ideal sería que todo profesor tuviera y dominase aquellas habilidades necesarias para educar a sus alumnos. Que sepa influir positivamente tanto en su comportamiento como en las actitudes. De nada sirve exponer los peligros del alcohol al volante, si no conseguimos que las personas se conciencien de ello y cambien sus actitudes y percepciones hacia el problema.

Cualidades de un buen profesor

Y llegamos a la pregunta del millón. ¿Qué debe tener una persona para ser un buen formador vial?”. La verdad es que la pregunta no es fácil, pero me vienen a la mente dos cualidades básicas:

1. 1. por un lado, el dominio de la materia que imparte
   2. y, por otro, la capacidad para ponerse delante del alumnado.

Las capacidades de un buen formador se podían agrupar en tres categorías:

• • Sociales: colaboración y relación con otras personas (trabajo en grupo, liderazgo, gestión, negociación…).
  • Psicopedagógicas y metodológicas: el Profesor, además de conocer la materia, debe saber aplicar los conocimientos y procedimientos a situaciones concretas, desde la planificación a la evaluación.
  • Conceptuales o teóricas: capacidades cognitivas generales (tratamiento de la información, estrategias…) y conocimientos propios de la profesión (conocimientos sobre las teorías del aprendizaje, psicopedagogía …)

Algunas de las características más importantes que incluiría en estos tres grupos, en mi opinión, serían:

• • Buen nivel cultural
  • Buena expresión verbal
  • Congruencia, honradez y sinceridad
  • Estabilidad en el carácter y humor, firmeza, autocontrol, confianza en sí mismo…
  • Empatía, respeto y amabilidad
  • Tolerancia e inclinación a escuchar a los demás
  • Eficacia y capacidad organizativa
  • Sentido común, intuición, decisión…
  • Creatividad
  • Capacidad comunicativa
  • La capacidad de síntesis y de estructuración de la información
  • Capacidad analítica, para separar los diferentes elementos del todo
  • Uso de la lógica, pero sin rigidez

Competencias del buen educador vial

La educación vial es un campo que evoluciona constantemente, tanto por las actualizaciones legislativas y de contenido, como en la idiosincrasia de los alumnos. Esto exige que los formadores viales deban estar constantemente actualizados y renovándose con las últimas novedades. A las competencias tradicionales necesarias para ser un buen formador vial hay que añadirle otras que han surgido últimamente y que no se pueden obviar. Estas nuevas competencias serían:

1. 1. Creer en los estudiantes, en sus capacidades y en que pueden llegar al éxito. Esto implica una constante adaptación de los contenidos a cada persona y una importante labor motivadora.
   2. Saber comunicarse. No es lo mismo exponer un contenido que enseñarlo
   3. Huir de la monotonía. Las clases siempre iguales y monótonas son un antídoto contra la motivación de los alumnos.
   4. Tener claros los objetivos y trabajar hacia ellos. Se debe tener claro que nos siempre los resultados van a ser inmediatos
   5. Saber adaptarse a los alumnos. Cada persona es un mundo con sus cualidades y sus defectos, lo que sirve para una persona no vale para otra.
   6. Tener una actitud positiva y amar su trabajo. En nuestra profesión es muy evidente a quién le gusta su trabajo y para quién es obligación. Esto es percibido por los alumnos e influye en su aprendizaje.
   7. Buscar superarse a sí mismo reciclándose y buscando nuevas herramientas de aprendizaje.

Para finalizar me viene a la memoria una frase muy acorde al tema: “No hay malos alumnos sino malos profesores“.