Estudios que relacionan la percepción del riesgo y la experiencia del conductor
En este artículo, exploramos cómo la experiencia al volante influye en la percepción del riesgo de los conductores. Descubre por qué los conductores más experimentados reaccionan de manera diferente ante situaciones peligrosas y cómo esto puede mejorar tu seguridad vial. ¡No te lo pierdas!
La relación entre percepción de riesgo y experiencia del conductor o, lo que es lo mismo, entre experiencia en la conducción y la capacidad de detectar, percibir o evaluar el riesgo en situaciones de tráfico es un tema que han discutido por muchos expertos. Aunque los resultados de varios estudios han sido contradictorios, destacamos el estudio de Monterde (1989) como ejemplo.
Estudio de Monterde
Monterde realizó dos series de pruebas en su estudio, utilizando fotografías de situaciones de tráfico en una escala E.P.R.A. En la primera serie, los participantes evaluaron el nivel de riesgo de cada situación en una escala del 1 al 7. En la segunda serie, se presentó una velocidad en un velocímetro en cada fotografía, y los participantes evaluaron el riesgo suponiendo que ellos estaban conduciendo el vehículo a esa velocidad.
Monterde encontró que los participantes con más experiencia en la conducción percibieron más riesgo en la primera serie de fotografías, mientras que los conductores menos experimentados percibieron más riesgo en la segunda serie. Sin embargo, debido a la discrepancia en los dos índices utilizados para medir la experiencia de conducción, el autor señala que la interpretación de los resultados no es clara. Es posible que los conductores con más experiencia realicen menos kilómetros al año que los conductores con menos experiencia.
Estudios en situación de tráfico mientras se conduce
En ocasiones, se estudia la percepción del peligro en situaciones de tráfico mientras se conduce un vehículo. Ganton y Wilde (1971) encontraron una correlación negativa entre la experiencia de conducción y el nivel de riesgo percibido desde el vehículo, lo que significa que los conductores novatos reportaron niveles de riesgo más altos que los conductores experimentados.
En otro estudio de Groeger y Chapman (1996), que usaron secuencias de video de escenas de tráfico, se encontró que los conductores noveles (con menos de un año de experiencia) dieron menos importancia al aspecto de “controlabilidad/anormalidad” de las escenas en comparación con los conductores con experiencia. Los autores interpretan esto como que los conductores experimentados perciben como más peligrosa cualquier situación que se desvía de lo que se espera en esa situación, es decir, cualquier información que no sea consistente con su esquema mental.
Algunas conclusiones
El resultado obtenido en el estudio anteriormente mencionado contradice los hallazgos de Ganton y Wilde (1971). Según los expertos podría reflejar un aspecto más general de cómo los conductores jóvenes y mayores abordan la tarea de conducción en general. Se sostiene que:
- los conductores jóvenes experimentados son capaces de reconocer rápidamente el potencial de peligro de una situación de tráfico, identificando los aspectos que se desvían de un escenario familiar o habitual.
- los conductores mayores experimentados tienden a adoptar un estilo de conducción defensivo y tienden a recrear situaciones seguras o exitosas del pasado. Esto les dificulta detectar rápidamente aquella información que indica que una situación tiene un mayor potencial de peligro. De ello se deduce que, cuando identifican el peligro, sus puntuaciones son más altas.
Por desgracia, los conductores jóvenes inexpertos comparten con los conductores jóvenes experimentados una tendencia a buscar sensaciones. Sin embargo aún no han desarrollado las habilidades o estrategias complementarias necesarias para detectar aspectos de la situación que requieran mayor atención debido a su falta de familiaridad. Por lo tanto, es más probable que muestren errores al reconocer el potencial de peligro de las situaciones de tráfico.
En algunos estudios, se mide la respuesta motora de los conductores ante el riesgo en situaciones de tráfico. Sin embargo, los resultados no son concluyentes. Por ejemplo, Ahopalo (1987) encontró que dos grupos de conductores de la misma edad (media = 24 años) respondieron de manera diferente según su nivel de experiencia en la conducción. Aquellos que habían recorrido menos de 10.000 kilómetros respondieron más rápido que los que tenían más de 40.000 kilómetros de experiencia. De todas formas, ambos fueron más rápidos que otro grupo sin licencia de conducción.
Utilizando la misma metodología, McKenna y Crick (1993) midieron:
- el tiempo de respuesta ante la aparición de peligro en escenas de tráfico filmadas desde el interior de un vehículo,
- así como los tiempos de reacción simple a una tarea diferente.
Los conductores experimentados respondieron más rápidamente que los noveles. Sin embargo, la interpretación de estos tiempos de respuesta al peligro no es clara. Esto se debe a que podrían reflejar en parte un efecto de la edad en el tiempo de reacción complejo.
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