Cómo funcionan los equipos de recarga rápida y las electrolineras

La recarga rápida del vehículo eléctrico y las electrolineras

A pesar de que los vehículos eléctricos cada vez tienen más autonomía, en los viajes largos se hace necesario realizar alguna recarga para llegar al destino. Estas recargas deben cargar las batería en un espacio de tiempo relativamente corto para que sean útiles, al estilo de un repostaje de gasolina.  Para dar solución a esta necesidad nacen las estaciones de recarga rápida. Se consideran unas infraestructuras de servicio imprescindibles para conseguir un pleno desarrollo de la movilidad eléctrica. Muchos los países están realizando un esfuerzo importante para dotarse de una distribución estratégica de este tipo de infraestructuras. Tanto en sus ciudades y en las principales vías de circulación se están implantando en: Japón, USA, UK, Alemania, Francia,…

En nuestro país los proyectos de Málaga, Barcelona, Baleares y Madrid se situarán como pioneros. Sin embargo ya podemos encontrar decenas de puntos de recarga rápida en nuestro país.

Se puede definir electrolinera como una estación de recarga rápida para vehículos eléctricos e híbridos enchufables. El término electrolinera, definiría tanto la infraestructura en sí como uno de los emplazamientos privilegiados al lado de estaciones de servicio. Las empresas distribuidoras de electricidad, los grandes centros comerciales, los concesionarios de vehículos eléctricos y las flotas de vehículos eléctricos en empresas son otros candidatos para este tipo de instalaciones.

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Las estaciones de recarga rápida han sufrido una notable evolución en los últimos años. Si bien se corresponden con equipos de exigencias y coste relativamente elevado, dado que deben proporcionar prestaciones tan especiales como disponer de una potencia elevada para la recarga de un vehículo eléctrico en un lapso de tiempo relativamente corto, comprendido entre los 15 y 30 minutos.

Inicialmente la recarga rápida estaba restringida al modo 4 con conectores y modos especiales con potencias de salida de unos 50 kW en corriente continua. Sin embargo, actualmente también se puede contemplar que se ha extendido al modo 3, en corriente alterna con carga trifásica de 43 kW.

Podemos imaginar un equipo de recarga rápida, como un dispensador de energía dotado de tres mangueras (para permitir la recarga a todo tipo de vehículo eléctrico). Este equipo, mediante un sencillo interface (monitor táctil) permite realizar una recarga ultra rápida para todo tipo de vehículos eléctricos. Evidentemente este tipo de infraestructura precisa de unos requisitos de suministro y seguridad muy exigentes que deben estudiarse con mucho rigor antes de proceder a su instalación.