Presiones incorrectas del neumático
Problemas con la presión del neumático. Diccionario vial para consultar conceptos sobre educación vial en las clases teóricas del carné
Comentarios
Mantener la presión adecuada en los neumáticos no solo los preserva, sino que es vital para la seguridad de todos los pasajeros.
Los neumáticos son el único contacto entre el coche y la carretera. Por eso, una presión correcta es crucial. Vamos a ver qué problemas pueden ocurrir si descuidamos este aspecto y cómo evitarlo con simples pasos.
¿Por qué es importante la presión de los neumáticos?
Un neumático con presión incorrecta puede causar varios problemas que afectan el rendimiento del vehículo y la seguridad. Tanto la baja como la alta presión son peligrosas.
Consejos básicos para mantener la presión correcta
Antes de hablar de los problemas, recordemos algunos consejos útiles:
– Revisa la presión al menos una vez al mes, especialmente antes de viajes largos. No olvides revisar la rueda de repuesto.
– Toma la medida con los neumáticos fríos. Si acabas de conducir, espera 30 minutos para una lectura exacta.
– Ajusta la presión si llevas una carga extra. Sigue las recomendaciones del fabricante.
Problemas con neumáticos de baja presión
Riesgo de reventón
Uno de los mayores riesgos de un neumático con baja presión es el peligro de un reventón. Esto puede hacer que pierdas el control, especialmente a altas velocidades o en curvas.
Con la baja presión, el neumático se calienta más y se deforma, lo que aumenta la posibilidad de que se rompa.
Efectos según el eje
La baja presión puede afectar el eje delantero o trasero de forma distinta:
- Eje delantero: El coche puede seguir recto en las curvas aunque gires el volante, haciendo difícil el control.
- Eje trasero: La parte trasera puede derrapar hacia afuera en las curvas, lo que es más peligroso y difícil de controlar.
Otros problemas de baja presión
- Distancia de frenado aumentada: Menor contacto con la carretera aumenta el espacio necesario para detenerse.
- Mayor riesgo de aquaplaning: La baja presión reduce la capacidad del neumático para evacuar agua, aumentando el riesgo en lluvia.
- Desgaste rápido: Los neumáticos con baja presión se desgastan más en los bordes, reduciendo su vida útil.
- Mayor consumo de combustible: Los neumáticos mal inflados generan más resistencia, lo que eleva el gasto de combustible.
Problemas con neumáticos de alta presión
Por otro lado, una presión excesiva también es peligrosa. Los neumáticos inflados de más pueden estallar fácilmente al golpear bordillos o baches.
Consecuencias de la presión alta
- Distancia de frenado aumentada: Al igual que con la baja presión, la superficie de contacto es menor, lo que reduce la adherencia y alarga la frenada.
- Riesgo de reventón: Los neumáticos sobreinflados son más rígidos, lo que aumenta la posibilidad de que se rompan.
- Desgaste desigual: Se desgastan más rápido en el centro, reduciendo la tracción.
- Menor confort: Los neumáticos inflados de más hacen que el viaje sea más incómodo, ya que no absorben bien los baches.
Mantén tus neumáticos en buen estado
Para evitar estos problemas, sigue estos pasos:
- Revisa la presión regularmente: Hazlo al menos una vez al mes y antes de viajes largos.
- Mide la presión en frío: Los neumáticos deben estar fríos para obtener una medida precisa.
- Ajusta la presión según la carga: Si vas a llevar una carga pesada, sigue las recomendaciones del fabricante.
- Usa un manómetro fiable: Asegúrate de medir la presión con un dispositivo preciso.
- Inspecciona los neumáticos: Revisa visualmente para detectar desgaste irregular, cortes o bultos que indiquen problemas de presión.
Mantener los neumáticos en buen estado es clave para la seguridad y un viaje más cómodo.
0 comentarios