El campo estimular en la conducción de vehículos
El conductor, al circular con su vehículo, se encuentra inmerso en un entorno complejo y cambiante que puede conllevar un importante riesgo de accidente. En consecuencia, para evitar el siniestro debe afrontar las distintas situaciones viales que se le presentan y responder de una manera adecuada. Estas situaciones de tráfico presentan, en general, las siguientes características:
- Tienen una gran cantidad de estímulos. Éstos provienen tanto del entorno como del propio vehículo (señales, luces, ruidos, peatones, etc.). Precisamente, un factor clave para conducir sin riesgos, es que el conductor aprenda a discernir. Es necesario que sepa seleccionar, de entre toda esa compleja estimulación, los elementos que mejor definen la situación y los que aportan la información más relevante para realizar la tarea de conducción de la manera más segura posible.
- Hay estímulos de significado ambiguo. Entre la gran cantidad de estímulos que recibe el conductor, capta muchos cuyo significado es menos claro o cuyas implicaciones son variables en función de la situación. Precisamente, el objetivo último del proceso perceptivo consiste en organizar el entorno vial, identificando los elementos que lo definen y que posibilitan una toma de decisiones ajustada y segura.
- Existen cambios constantes del medio ambiente. El conductor en el entorno vial se enfrenta a un conjunto de situaciones infinitas y cambiantes. Ninguna situación es totalmente idéntica a otra, ya que el conductor, el propio vehículo, la vía, el entorno y sus relaciones, cambian y se modifican en cada momento. Por eso no podemos bajar nunca nuestro nivel de alerta.
La información que utiliza el conductor en la toma de decisiones es por lo general implícita (por tanto, no demasiado clara). La información explícita proporcionada por la señalización sólo tiene en la mayor parte de las veces un valor de indicación o de obligación muy general. El conductor se enfrenta a mucha información implícita que procede de la regulación social e informal del tráfico y que generalmente es ambigua, poco precisa y cambiante.
En definitiva, la identificación, la interpretación, la asimilación y la estructuración de Ia información del entorno vial constituyen un aspecto esencial de la actividad de conducir. Sin embargo, no siempre son tareas fáciles. Estas acciones están afectadas por:
- la propias condiciones de la situación
- los dispositivos del vehículo
- por variados y complejos procesos psicológicos de uno mismo y de los otros conductores. De hecho, lo que modula el comportamiento del conductor es lo que él mismo percibe, ya que cada sujeto selecciona la información que cree más importante, organizándola a su manera y tomando en base a ello las decisiones que cree más convenientes.
El campo estimular en la conducción