¿Porqué el cambio y evolución al vehículo eléctrico?
Nadie duda hoy en día de que una nueva era del vehículo eléctrico está llegando, impulsada por la normativa europea. Lo que si es seguro es que existen muy buenas razones de la evolución al vehículo eléctrico (económicas, ambientales, etc. ) para que este proceso llegue a buen puerto. Todo ello a pesar de las todavía dificultades que seguimos encontrando y que poco a poco se van solucionando (tiempos de carga, precio de baterías… )
El mercado de la automoción
Esta nueva revolución viene con cambios drásticos. Los primeros afectados son las industrias automovilísticas, no solo los fabricantes de vehículos, sino todos las empresas auxiliares que les suministran. Es necesario un cambio de mentalidad y una profunda renovación que ya ha empezado a producirse. Primero apareció Tesla, después tímidamente, cada gran marca a comenzado a andar tímidamente el camino hacia la electrificación, hasta llegar a hoy en día dónde ninguna empresa quiere quedarse atrás en el cambio. Incluso se espera que Apple presente su vehículo eléctrico.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es la revolución que debe producirse en las empresas suministradoras. El motor eléctrico es mucho más simple y con menos piezas que el de combustión. Además requiere de un mantenimiento mucho menor al no tener rozamiento. Esto repercutirá tanto en las empresas de fabricación de dichas piezas (bujías, lubricantes, radiadores, etc. ) como en los talleres de reparación. Todos ellos verán reducir drásticamente su trabajo. La otra cara de la moneda la representan las empresas que inviertan en la fabricación de motores eléctricos, software e informática. El concepto que surge es el de renovarse o morir.
El petróleo y la electricidad
Otra industria que debe comenzar a andar el camino del cambio es la industria petrolera. Actualmente el 50% del consumo de petróleo del mundo va destinado a crear combustibles para los vehículos. Si estos vehículos sustituyen el combustible fósil por electricidad sus ingresos caerán en picado.
Otra cuestión que se plantea es la de que habrá que generar electricidad para los vehículos eléctricos, sí, pero el petróleo no se usa apenas para generar electricidad. Veamos el caso de España. Tenemos una capacidad de generar unos 100 GW, de los cuales menos del 10% vendrían del fuel. Es cierto que un gran porcentaje (el 25%) es gas, pero eso no es petróleo, es un mercado parecido, pero no es el mismo (distintos productores, por ejemplo). En este punto cobrarían fuerza las denominadas energías renovables. Se reducirá la dependencia energética de muchos países ricos en estas energías, como España, mientras que los países productores de crudo ( Oriente Medio, Venezuela, Noruega, etc.) verían seriamente dañadas sus economías.
Puede parecer catastrofista, pero hay empresas e inversores que mueven mucho dinero y lo tienen muy claro. Por ejemplo, en la última conferencia de azValor (fondo de inversión español) se dijo que se estaba invirtiendo en materias primas por lo que habían caído, pero monitorizan de forma frecuente el número de unidades vendidas de coches eléctricos en todo el mundo por si tienen que deshacer sus posiciones en empresas de petróleo.
Todo este cambio va a suponer que las empresas eléctricas comiencen a cotizar al alza, ya que se necesitará un aumento de la producción eléctrica para las recargas, deberán aumentar su capacidad de generación y mejorar las redes de distribución, pensando en el reto de las recargas rápidas (consumos altos y breves).
Salud y contaminación
Uno de los motores fundamentales para la revolución eléctrica ha sido una nueva concienciación con respecto al cuidado del planeta en el que vivimos, las nuevas generaciones han introducido una nueva cultura ecológica con aparición de nuevas figuras o referentes como Greta Thunberg que, con sus protestas y movimientos, han dado más vida a la nueva movilidad sostenible que no acababa de arrancar.
Si tenemos en cuenta que en las grandes ciudades el 80% de la contaminación proviene de los vehículos de combustión, el cambio hacia el vehículo eléctrico sustituyendo a los contaminante, supondrá un aumento sustancial de la calidad ambiental, reduciendo notablemente enfermedades de carácter respiratorio que causan numerosas muertes prematuras.
Con estas medidas se podría pensar que lo que se consigue es trasladar el problema de la contaminación de las ciudades al exterior, donde se situan las centrales generadoras, ya que deberán aumentar su producción y producirán más contaminantes. Sin embargo hay que tener en cuenta dos aspectos:
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- En primer lugar, las centrales eléctricas son más eficientes que los motores de combustión y por tanto para la misma cantidad de energía contaminan menos
- En segundo lugar, la red eléctrica es más limpia que los motores de combustión, pudiendo emplear para la producción energías limpias y baratas como la eólica, solar o hidráulica
Otras de las razones de la evolución al vehículo eléctrico son la disminución de la polución, con el consiguiente aumento de salud. Ello también tendrá un impacto positivo a nivel económico ya que podrá reducir considerablemente el gasto sanitario derivado de los problemas ocasionados por los contaminantes.
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