Causas más comunes por las que se suspenden los exámenes de conducir
Causas del suspenso en el examen de conducir. Teto de Miguel Ángel Aceval
Aunque nuestro principal enfoque como profesores es la formación de buenos conductores y nos negamos a aceptar la idea de que superar un examen sea el fin supremo de nuestro proceso formativo, hemos de tratar el asunto de los suspensos en los exámenes de circulación.
En el presente artículo mencionaré algunas de las principales causas de suspenso en las pruebas de circulación. Para ello emplearé como guía la palabra SUSPENSO.
- Semáforos.
- Utilización (uso) de los mandos.
- Separación.
- Preparación.
- Emociones.
- No respetar las preferencias.
- Señalización.
- Observación.
Semáforos
El principal error consiste en dejar de observarlos cuando nos acercamos a ellos. Que un semáforo esté en verde «a cien metros» no garantiza que se mantenga así cuando estemos a diez.
Semáforo: no le quites el ojo. Ni te pares en verde ni te pases en rojo.
Utilización (uso) de los mandos y accesorios
Una acumulación de claves 13 (manejo de mandos) indica una escasa preparación. Calados, frenadas bruscas, uso incorrecto de las marchas (con su consiguiente riesgo), volantazos, incapacidad para arrancar en rampas, pérdida del control del vehículo en giros o curvas…
Separaciones
Tanto frontales como laterales.
Reducir peligrosamente la separación lateral con peatones o ciclistas acarrea una falta eliminatoria.
Reducir notablemente la separación lateral con peatones, ciclistas o animales, otros vehículos u obstáculos es causa de falta deficiente. No olvidemos los bordillos. En más de una ocasión los profesores se han visto obligados a intervenir para evitar un reventón del neumático contra los bordillos.
Preparación deficiente
Muchos alumnos tratan de subir «a probar», cuando no están suficientemente preparados para aprobar ni para conducir el vehículo en solitario. Otro asunto se relaciona con la escasa preparación que la mayoría de los alumnos manifiestan respecto al conocimiento de las normas y las señales (lo que conocemos con el nombre de teórica). Una mala preparación teórica afectará a las clases prácticas. No son pocos los aspirantes que, al llegar a un STOP, continúan sin detenerse, «porque no viene nadie». La falta de esfuerzo al estudiar se reflejará al manejar (conducir y circular).
Lejos de enfocarse en su preparación, se enfocan en su resolución (apto). Otros afirman no tener dinero para sus clases prácticas, mientras agendan una cita con un vendedor de coches para adquirir su modelo favorito full equip.
Emociones sin control
Más de un alumno ha sido incapaz de poner el motor en marcha debido a sus temores e inseguridades. Los temores irracionales devoran la capacidad de observar, pensar y actuar, y provocan verdaderos terremotos internos. Como los miedos se alimentan de pensamientos, estos deben ser correctamente administrados para que no nos acaben afectando.
Otro asunto tiene que ver con los comentarios que muchos hacen del examen, de los examinadores y de los profesores. Existen muchos opinólogos en este mundo, y el mayor error que un alumno puede cometer es creer todo lo que se dice y no prestar la suficiente atención a los consejos de su profesor.
No es cuestión de suerte; no depende del mundo entero (del buen humor del examinador, de que la vía esté despejada, de que el examen no coincida con la entrada a los colegios…), ¡el éxito está en la correcta preparación! Cabe añadir que una buena preparación ayudará a crear una tranquilidad interior que favorecerá el examen del alumno.
No respetar las preferencias
Las intersecciones (y las glorietas en especial) son lugares muy peligrosos. Donde haya un cruce de trayectorias existirá un riesgo de accidente. Es por eso (y lo acabamos de destacar) que el alumno debe dominar las normas y señales que rigen este tipo de situaciones.
Penetrar en una intersección sin antes haberse preguntado de dónde vienen los vehículos y quién tiene la preferencia de paso, es jugar con fuego. El conocimiento de las normas proporciona seguridad y fluidez.
Señalización
Cuando un alumno se aprende de memoria las señales con la única intención de superar el examen teórico, se mete en líos. Algunos estudiantes me han llegado a decir que «se olvidaron de algunas señales, porque hace mucho que aprobaron el teórico». Esto es una locura. Ignorar el significado de una señal de entrada prohibida o de una marca amarilla longitudinal continua, o circular parcial o totalmente por la izquierda de una o dos líneas longitudinales continuas que separan sentidos opuestos de circulación, puede causar un disgusto.
Observación
La mayoría de las infracciones cometidas en la prueba de circulación podrían incluirse en este apartado. Saltarse un semáforo en rojo es un asunto de observación. Circular por un carril reservado a los autobuses es un problema de observación. No dejar pasar a los peatones que esperan en un paso para peatones, es problema de observación o concentración.
La observación provee información, y tras la información se da la actuación. Un conductor con una venda en los ojos es un peligro para sí y para otros. Muchos alumnos conducen como si llevaran un velo en los ojos. Siempre digo a mis alumnos: «Si el profesor te está repitiendo “mira las señales”, es porque aún estás en pañales». ¡Si no observamos, no aprobamos!
Existen otros factores que condicionan el resultado de la prueba de circulación, pero he querido limitarme a los mencionados en este artículo. Espero que resulte de utilidad al lector.
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