Perspectiva de género en la seguridad vial

por | Oct 10, 2024 | Pedagogía vial

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Un enfoque necesario para reducir siniestros y desigualdades


¿Te has preguntado alguna vez si el género influye en la seguridad vial? Puede parecer un tema ajeno a las normas de tráfico, pero la realidad es que el enfoque de género es clave para entender y mejorar la seguridad vial de todos. Mujeres y hombres se enfrentan a diferentes riesgos en las carreteras, y comprender estas diferencias es fundamental para desarrollar políticas viales más inclusivas y eficaces. Descubre la perspectiva de género en la seguridad vial y su importancia en la conducción segura. 

En este artículo, exploraremos cómo la perspectiva de género en la seguridad vial puede ayudarnos a reducir los accidentes de tráfico y sus consecuencias, así como los desafíos sociales y económicos que surgen al no considerar esta perspectiva en las políticas de transporte.

Perspectiva de genero en la seguridad vial<br>
JOSE LUIS ALVAREZ, Formador vial desde el año 2003

Descubre cómo la perspectiva de género afecta la seguridad vial y cómo podemos mejorarla para todos. Reducción de accidentes y desigualdades sociales en el transporte.


¿Qué es la perspectiva de género en la seguridad vial?

 

La perspectiva de género en la seguridad vial implica analizar y comprender cómo las diferencias entre hombres y mujeres afectan su comportamiento en la carretera, su vulnerabilidad ante los siniestros y las medidas que pueden implementarse para reducir las desigualdades en este ámbito.

 

¿Por qué es importante considerar el género en la seguridad vial?

Hombres y mujeres no solo tienen diferentes patrones de comportamiento al volante, sino que también enfrentan distintos riesgos en las carreteras. Ignorar estas diferencias puede llevar a políticas y normativas que no aborden adecuadamente las necesidades específicas de cada grupo. Integrar la perspectiva de género significa asegurarse de que las soluciones de seguridad vial beneficien a todos por igual.


Comportamiento y siniestralidad según el género

 

1. Mayor exposición al riesgo de los hombres

Estudios a nivel global indican que los hombres, especialmente los jóvenes, tienden a asumir mayores riesgos al conducir. Según estadísticas, los hombres representan una mayor proporción de los involucrados en siniestros graves o fatales. Entre las razones destacan:

Conducción más agresiva. Los hombres, en particular los jóvenes, tienen una mayor tendencia a exceder los límites de velocidad y realizar maniobras arriesgadas.
Mayor presencia en el transporte de carga y largo recorrido. Los hombres están sobrerrepresentados en sectores como el transporte de mercancías, donde las largas horas al volante incrementan el riesgo de fatiga y accidentes.

 

2. Mayor vulnerabilidad de las mujeres como usuarias viales

Por otro lado, las mujeres, aunque estadísticamente tienden a ser conductoras más prudentes, suelen ser más vulnerables cuando viajan como peatones, ciclistas o pasajeras. De hecho, muchos vehículos y sistemas de seguridad pasiva, como los airbags y cinturones, están diseñados tomando en cuenta principalmente las características físicas masculinas, lo que puede aumentar el riesgo de lesión en las mujeres.

 

3. Diferentes patrones de movilidad

Las mujeres suelen realizar trayectos más cortos, múltiples paradas y un mayor uso del transporte público o desplazamientos a pie. Este patrón de movilidad más fragmentado las expone a otro tipo de riesgos, como atropellos o accidentes en entornos urbanos, donde son más comunes los desplazamientos no motorizados.


Impacto social y económico de no integrar la perspectiva de género

 

Ignorar las diferencias de género en la seguridad vial no solo perpetúa desigualdades, sino que también genera problemas sociales y económicos que afectan a toda la sociedad.

 

1. Impacto social

La omisión de una perspectiva de género adecuada puede dejar desprotegidos a sectores vulnerables de la población. Las mujeres, al ser más propensas a realizar trayectos a pie o en transporte público, están más expuestas a situaciones de riesgo en entornos urbanos y zonas sin infraestructuras adecuadas para su movilidad. Además, las políticas viales que no consideran el género tienden a perpetuar los roles tradicionales, donde el hombre suele estar a cargo de los trayectos más largos y peligrosos, mientras que la mujer realiza desplazamientos “menores” en entornos de mayor inseguridad.

 

2. Impacto económico

La falta de una perspectiva de género en la seguridad vial conlleva un costo económico significativo. Por ejemplo, los accidentes de tráfico, que afectan más a hombres, generan grandes gastos en atención médica, rehabilitación y pérdida de productividad. Sin embargo, la menor protección de las mujeres en cuanto a dispositivos de seguridad también puede aumentar el costo de las lesiones graves o fatales, lo que se traduce en pérdidas económicas para las familias y el Estado.

Además, al no diseñar infraestructuras seguras y accesibles para los diferentes patrones de movilidad de mujeres y hombres, los gobiernos pierden la oportunidad de reducir la siniestralidad y los costos asociados.

 

 


Cómo aplicar la perspectiva de género en la seguridad vial

 

Para abordar estas desigualdades y mejorar la seguridad de todos los usuarios de la vía, es fundamental implementar medidas que integren la perspectiva de género de manera efectiva.

 

1. Diseño de vehículos con enfoque inclusivo

Es necesario que los fabricantes de vehículos adapten los sistemas de seguridad pasiva para que protejan a todos los ocupantes, independientemente de su género. Las pruebas de choque deben realizarse con dummies que representen tanto a hombres como a mujeres, teniendo en cuenta sus diferencias físicas.

 

2. Infraestructura urbana segura para todos

Las ciudades deben mejorar la infraestructura vial, teniendo en cuenta los patrones de movilidad de hombres y mujeres. Esto incluye crear más pasos peatonales seguros, mejorar la iluminación en zonas urbanas y aumentar las áreas destinadas al transporte no motorizado, como carriles para bicicletas.

 

3. Educación vial con enfoque de género

Es importante incluir la perspectiva de género en los programas de educación vial. Tanto hombres como mujeres deben ser conscientes de los riesgos a los que están expuestos según su comportamiento y características de movilidad. Además, los conductores jóvenes, especialmente los hombres, necesitan formación que les ayude a reducir comportamientos de riesgo, como la velocidad excesiva y las maniobras peligrosas.

 

4. Políticas públicas y normativas viales

Los gobiernos deben adoptar políticas que promuevan la seguridad vial desde un enfoque inclusivo. Esto incluye la recopilación de datos desagregados por género para entender mejor los patrones de siniestralidad y vulnerabilidad, así como diseñar leyes que respondan a las necesidades específicas de cada grupo.

Por ejemplo, los programas de transporte público pueden incorporar medidas de seguridad adicionales para mujeres, que suelen ser más vulnerables a la violencia de género en entornos públicos y durante trayectos a pie.


Beneficios de integrar la perspectiva de género en la seguridad vial

 

Incorporar una perspectiva de género en la seguridad vial no solo beneficia a mujeres y hombres de manera equitativa, sino que también contribuye a una movilidad más segura y justa para todos. Algunos de los beneficios clave incluyen:

– Reducción de la siniestralidad. Al entender mejor los riesgos específicos de cada género, se pueden implementar medidas más eficaces para reducir los accidentes y sus consecuencias.
– Mayor igualdad en el acceso a una movilidad segura. Al adaptar infraestructuras y vehículos a las necesidades de todos los usuarios viales, se garantiza un acceso equitativo a la seguridad vial.
– Mejora de la calidad de vida. Un entorno vial más seguro para todos reduce los costos asociados a los accidentes, mejora la salud pública y fomenta una mayor participación de las mujeres en el transporte.

Conclusión: Un enfoque necesario para el futuro de la seguridad vial

 

La seguridad vial no puede considerarse completa si no se tiene en cuenta la perspectiva de género. Solo al reconocer las diferencias en el comportamiento y la vulnerabilidad de hombres y mujeres, y adaptando las políticas y medidas a estas realidades, podremos reducir de manera efectiva los siniestros de tráfico y sus graves consecuencias.

El reto de mejorar la seguridad vial es colectivo y, sin duda, integrar la perspectiva de género es un paso fundamental para lograr carreteras más seguras y una sociedad más justa.

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