Cambios sociales y movilidad en automóvil

Cómo influyen los últimos cambios sociales en la movilidad

Cambios sociales y movilidad en automóvil

Desde el punto de vista del transporte de personas, ciertos cambios sociales, principalmente provocados por la motorización, han contribuido al desarrollo de los fenómenos antes mencionados en el post “El crecimiento del transporte por carretera“, como es el aumento del transporte por carretera.

Vivienda en propiedad y movilidad laboral

En España, la vivienda en propiedad es abrumadora frente al alquiler. Gracias a los mecanismos de financiación, supone un compromiso “de por vida” con la residencia permanente. Por el contrario, la estabilidad laboral disminuye día a día. Las personas cambian de trabajo varias veces durante su carrera y, por lo tanto, tienen que viajar a menudo porque no pueden adaptarse a los cambios de residencia y trabajo.

Incorporación generalizada de la mujer al mundo laboral

La revolución social que tuvo lugar en el mundo desarrollado en la primera mitad del siglo XX se ha reproducido en nuestra sociedad desde la década de 1970. La mujer comienza a participar de forma generalizada en actividades económicas productivas, produciendo un impacto social cada vez mayor. Con ello el punto anterior multiplica sus efectos dejando claro la influencia de los Cambios sociales y movilidad en automóvil

Cambios en el negocio y en el comercio

En las últimas décadas, la estructura de distribución de la empresa ha sufrido profundos cambios. Uno de ellos tiene que ver con la integración de la mujer al trabajo y a la vida laboral. De esta forma, las actividades diarias de compras en tiendas cercanas se han transformado. Ahora estas actividades han convertido en compras semanales o mensuales en grandes superficies, lo cual obliga a utilizar un coche.

Cambios en el ocio de las personas

También se ha producido un cambio muy notable en el ocio. Se ha pasado de los cines de barrio a los multicines en grandes centros comerciales. Son lugares bien equipados y bien comunicados, pero con peor servicio con el transporte público, en el que se incentiva el uso del coche particular.

Implementación del modelo urbano anglosajón

Este modelo urbano anglosajón promueve el crecimiento de la movilidad del automóvil. Involucra a un gran número de personas que viven en áreas de baja densidad que dificultan el transporte público. Si combinamos esto con la sectorización de la ciudad en actividades, derivada de la carta de Atenas de Le Corbusier que, por otra parte, podría estar justificada en los años 30 por la insalubridad de las áreas industriales en aquella época, se ha revelado como coadyuvantes de la movilidad obligatoria del automóvil.

Desarrollo de urbanizaciones de segunda residencia

Relacionada con la anterior, pero a nivel nacional, encontramos un mecanismo de transformación territorial con mayor y más crítico impacto ambiental, principalmente en la costa mediterránea y Canarias y Baleares, pero que también incluye el interior peninsular, que hasta hace unos años se encontraba en un aceptable estado de conservación. Se refiere a una población muy polarizada por la distribución de las áreas urbanas a lo largo del país. La migración de mediados de siglo concentró a la población en unas pocas ciudades costeras y del interior de España, lo que provocó una despoblación generalizada. Por ejemplo, la región de Madrid tiene una superficie de 8.000 kilómetros cuadrados y alberga a 6 millones de personas. Esto corresponde a una superficie total de 215.000 kilómetros cuadrados en Castilla-León, Castilla-La Mancha y Extremadura. (casi 27 veces más grande), y cuyo parque conjunto apenas supone el 80% del madrileño.

Proceso de migración.

Desde la década de 1960 hasta la década de 1980, España experimentó una migración masiva desde las zonas rurales a las grandes ciudades y zonas más prósperas desde el punto de vista económico e industrial. Millones de personas trasladaron sus hogares desde Extremadura, Andalucía y Castilla a Cataluña, País Vasco y Madrid. Además, la población residente que se mantiene en todas las comunidades del interior se concentra en las grandes urbes y la población de los pueblos pequeños ha disminuido significativamente. Este fenómeno repite lo que ha sucedido en otros países desarrollados desde la revolución industrial, pero aquí sucedió mucho, mucho más rápido, consolidándose en apenas dos décadas. En los últimos años, la inmigración procedente del extranjero ha agudizado esta situación de dos formas diferentes:

1. por un lado, los ciudadanos de países europeos han trasladado su domicilio a la costa tras su jubilación o porque sus actividades profesionales les han permitido mantenerse alejados del centro de trabajo por los avances tecnológicos.
2. En segundo lugar, cuando trabajadores latinoamericanos, de países del este y africanos emigraron a España en busca de trabajo durante la bonanza económica entre 1998 y 2008, similar a lo que sucedió en Europa Central hace 40 años.