Vigilancia y control para reducir accidentes de tráfico
Aunque existen otros métodos, dos son los principales que que intervienen en el control y la vigilancia para reducir siniestros viales:
- La presencia de los agente en las vías de circulación
- Las sanciones o multas
La actuación de los Agentes encargados de la vigilancia del tráfico es una de las acciones a tener en cuenta en la prevención de accidentes de tráfico. Su presencia y control en las vías públicas es fundamental en materia preventiva.
También son de tener en cuenta los efectos preventivos de la sanción de tráfico que, si bien desde el punto de vista material representa un mal para quien la tiene que cumplir, en cuanto que se concreta en una privación de bienes, desde el punto de vista ideal cabe considerar como un bien, puesto que puede producir una serie de bienes, tanto para el que la tiene que cumplir como para los demás, pues no cabe olvidar sus efectos ejemplificadores.
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Dentro de la función preventiva de las sanciones administrativas de tráfico, es necesario distinguir entre prevención general y prevención específica. La primera va encaminada a evitar la comisión de nuevas infracciones por parte de la generalidad de los conductores. La segunda, a evitar que el propio conductor infractor cometa nuevas infracciones.
Aunque el hecho de prevenir mediante una medida represiva, pues la sanción lo es, parezca una contradicción, no hay tal, porque toda represión surte efectos preventivos. Se podría decir que la función primordial de la sanción administrativa de tráfico es la tutela jurídica, es decir, la protección del derecho que todos tienen a circular y usar las vías públicas de manera moderada y segura. Las medidas sancionadoras en materia de tráfico constituyen un sistema de protección de la inmensa mayoría de los conductores, que normalmente observan un comportamiento adecuado en la circulación y no cometen infracciones, frente a una minoría que infringe y se comporta de manera contraria a la seguridad vial.
Por último, no hay que olvidar que la sanción de tráfico surte también efectos educativos. En primer lugar, para la generalidad de los conductores, pues refuerza en ellos el respeto a las normas y señales reguladoras de la circulación, y en segundo lugar para el propio conductor infractor en cuanto que le corrige y conmina para adaptar su comportamiento a las normas que regulan esta actividad.